WILD

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verano 2012.

el señor Tawinan jamás se atrevería a imponer sus miedos de adulto sobre los sentimientos inocentes de su hijo, pero actuó en base a lo que consideraba mejor para él.

lo hizo inscribirse en la mayor cantidad de actividades que pudo, para que no tuviera tiempo libre de pensar en su tan querido amigo. si lograba que estuviera enfocado en otras cosas, quizás no pensaría en lo bonito que sentía por él.

sabía que a largo plazo aquello no tendría ninguna utilidad, porque en cuanto volvía a verlo, seguían creciendo sus sentimientos.

por ahora, postergaría la realidad, porque Sea podría estar entrando en la adolescencia a sus trece años, tendría una gran madurez para su edad, pero siempre sería su pequeño. así que le evitaría lo más que pudiera la vivencia de su primera decepción.

porque podía ser más que una decepción amorosa si Jimmy no le correspondía. podía ser una decepción con la vida, pues todo dependería de la reacción del niño.

ese año el padre de Sea solo le comunicó la llamada de Jimmy por su cumpleaños, la cuál duró unos minutos, porque al ser un día sábado, el pequeño había interrumpido su jornada laboral por saludarlo.

el resto de las llamadas, que fue una cada mes, las atendió el señor Tawinan, quien se comportaba de la misma forma con Jimmy: paternal. lo único incorrecto que conllevaba aquella situación, era que debía mentirle a su hijo diciéndole que su amigo solía llamar en momentos en que él no estaba en casa.

jamás pasó por la cabeza de Jimmy que el padre de Sea pudiera estarle mintiendo al decirle que su hijo últimamente tenía muchas cosas que hacer, porque él también estaba ocupado. entre los estudios, el trabajo y los problemas con su padre, los consejos que recibía del señor Tawinan eran su único resplandor en las oscuras estaciones.

pero la noche antes de la inesperada llegada de los Tawinan ese verano, fue otra de las noches más oscuras en su vida.

Foei golpeó la puerta varias veces. - Jimmy, abre maldita sea.

Jimmy apagó la cocina en que preparó una sopa, pues esa pretendía que fuera su cena. - ya voy, papá. - probablemente su padre había vuelto a perder las llaves, por lo tanto, eso significaba que venía ebrio.

- ¿por qué te demoraste tanto? - Foei se recargó en Jimmy en cuanto abrió la puerta, ahora que creció unos centímetros y se hizo más fuerte al comenzar a arrastrar las barcas sobre la arena, podía resistir el peso de su alcohólico padre. - ¿querías que me durmiera afuera?

- no, papá. - Jimmy lo acompañó hasta su sofá para que tomara asiento. - ¿quieres algo de comer? estaba preparando-

- ¿qué hacías en la cocina? - Foei se puso de pie con dificultad. - ¿por qué insistes en actuar como un maricón?, ¿tanto extrañas a la niñita esa que consideras amigo?

- ¿cómo esperas que coma sin cocinar? - Jimmy por primera vez le contestaba a su padre, quizás por la valentía que inspiran los cambios de la adolescencia, quizás porque comenzaba a sentirse mayor, o quizás porque Foei había hablado mal de Sea.

fue un error que aprendería a no volver a cometer.

- vives bajo mi techo, - Foei lo sujetó con brusquedad de su brazo. - comes mi comida, vistes mi ropa, ¿esperas que prepare tu cena? - preguntó con burla, sacudiéndolo como un muñeco, antes de lanzarlo sobre el sillón, colocando su rodilla sobre su pecho, dejándolo prisionero. - ¿quién crees que soy para que me hables de esa forma? - le dió una bofetada. - no soy el señor Tawinan.

- papá, déjame ir. - Jimmy intentó empujar la pierna de su padre, pero descubrió con gran miedo que no era tan fuerte como creía.

- dale libertad a un perro, y verás cómo te intenta morder. - Foei le dió un puñetazo en el rostro a su hijo, haciéndolo sentir aturdido. - ¿en qué mundo vivimos, Jimmy? - otro puñetazo en su mejilla. - mientras antes respondas, antes terminaremos con esto. - un tercer golpe.

Blue neighbourhood | JimmySeaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora