Oh maravilla destructora haz de mi tu gran amor, tu gran tormento;
soñar y ser soñado.Estando a solas nos derrotamos dejando que el silencio inunde el espacio desplazando los pensamientos de aquello que aún no existe y hiere de todos modos.
No siempre las noches se comen con Luna, otras veces se adelanta la hora sedienta y muchas más no encontramos ese encuentro donde nos conocemos finalmente.
A mitad de la vida muriendo somos insalvables
caminando o corriendo hacia el momento.Espera a ver y oír lo que los días esconden, solo
busca saber lo que todavía no vives
solo busca saber.Lo que vale la pena ser sentido no tiene advertencias,
Si es la vida y es la muerte, si es la herida o es la suerte
si es calor suicida y quieres sostenerle.Nos resulta imposible vivir humanamente rodeados
de la orgía de la brutalidad que hay entre nosotros.A mitad de la vida muriendo somos insalvables
caminando o corriendo hacia el momento.Sigue lo desconocido y lleva luz a tus cavernas
incluso si no alcanzaras a ver las primaveras
que siembran tus dedos cada vez que se hunden en la tierra.Perdiendo lo que no fue nuestro; amamos como insalvables,
reímos ante la despedida como insalvables, habiendo deseado morir
y habiendo conseguido no ser olvidados.Aunque aquello insalvable en ti no pueda iluminarse
y no quiera iluminarse, déjalo que decida
por mejor anestesia al recuerdo o por dulce encanto a la eutanasia.Oh maravilla destructora haz de mi tu gran amor, tu gran tormento
y amándome así concédeme matarte
con un latido acento.
