Yo seré el trueno, tú serás el rayo

161 19 0
                                    

Nota de la autora: Encantamiento anti-litigios: Ninguno de los personajes me pertenece. Pertenecen a JK Rowling, quien dejó que toda mi razón para leer la serie de Harry Potter se desangrara en el suelo de la Casa de los gritos. Yo estoy construyendo un mundo mejor.

Un agradecimiento especial a la reina de las betas, stgulik. Este capítulo está dedicado a ella, por ayudarme a retomar el rumbo y a la historia. Y para saber qué debe quedarse y qué debe irse. ¡Gracias por ser audaz y valiente frente a mi Bosque Prohibido de metáforas y símiles! Cualquier error que veas aquí se debe a que tuve que volver atrás y juguetear un poco más. ¡Pequeños huevos de Pascua para que los encuentres en el camino, stgulik, cariño!

Nota de la traductora: gracias a todos los que siguen esta historia. Estoy segura que muchos han esto esperando este momento desde hace varios capítulos atrás 😏 Que lo disfruten! 😉

Ahora te he amado como a un bebé, como a un niño solitario. Y te he amado mansamente, y te he amado salvajemente... *

xxxxx

Habrá una tormenta una noche, entonces volaré hacia ti en busca de refugio; empapado en una lluvia bienvenida, cayendo en tus brazos prohibidos.
Demasiado sin aliento, demasiado impotente, demasiado inquieto para explicar que te necesito...
Una noche habrá tormenta, pero encontrarás mi escondite, miraremos las luces como niños, saldremos de la fortaleza de la mano...

Una noche habrá tormenta y no encontraré otro rescate; perdidos y lejos de casa, clamando por una luz que nos guíe.
Demasiado imprudente, demasiado indefenso, demasiado hambriento para abstenerme de necesitarte...

Habrá tormenta una noche, el viento me llevará a tu castillo; y encenderás el fuego como si todo estuviera planeado...

Yo seré el trueno, tú serás el rayo y colisionaremos en la tierra...

xxxxx

Oh.

Una cosa era provocar a Severus Snape. Otra muy distinta era que él la provocara a ella. Cuénteme todo acerca de su maravilloso entusiasmo, esta bien.

Ella le sonrió y, con sorpresa en su voz, dijo con valentía: "Sabes, acabo de descubrir algo sobre ti, Severus. Eres un poco coqueto, ¿no?"

Su voz era tan dulce como la miel; tan plateada como la luna. "¿Quién mejor para coquetear que tu esposa? Admito, sin embargo, que pensé que ya me había graduado como seductor". Su sonrisa casi hizo que los dedos de sus pies se curvaran, especialmente porque iba acompañada de la vista de sus dedos acariciando la rodilla de sus pantalones. Hermione casi podía sentirlos arrastrándose suavemente por su propia piel. Él inclinó la cabeza y sonrió mientras ella se mordía el labio, una pequeña sonrisa iluminaba la comisura de su boca.

"Seducirme no debería ser demasiado difícil", dijo, disfrutando de su buen humor. Imprudentemente, añadió: "Sigue mirándome así y es probable que me suba a la mesa de centro y te haga un striptease".

La expresión de Severus cambió y se volvió seria y juguetona al mismo tiempo. "¿Lo harías?" Él le dedicó una sonrisita torcida y juvenil. Se lamió los labios, muy consciente del efecto que tenía en ella. "Lo confieso, me gustaría mucho ver eso, pequeña". Pronunció las palabras lentamente, cada sílaba sedosa como chocolate saliendo de su malvada lengua, y Hermione tragó en seco.

Por un momento, Severus pareció como si estuviera a punto de reírse, luego decidió sacarla de su miseria. "Está bien, mi pequeña y modesta leona". Él le dedicó una sonrisa amable y sacudió la cabeza. "No tienes que actuar de manera atrevida por mí. Especialmente esta noche".

Como había anticipado el Slytherin en él, ella no pudo resistir su desafío afable. Hermione parpadeó y rápidamente murmuró un hechizo, haciendo que la mesa se ensanchara. Mientras observaba, Hermione se subió a la mesa y comenzó a desvestirse lenta y provocativamente para él, sin desviar sus ojos de los suyos.

OcúltameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora