Nota de la autora: Encantamiento anti-litigios: Ninguno de los personajes me pertenece. Pertenecen a JK Rowling, quien dejó que toda mi razón para leer la serie de Harry Potter se desangrara en el suelo de la Casa de los gritos. Estoy construyendo un mundo mejor.
Un agradecimiento especial a la reina de las betas, stgulik, por sus incansables esfuerzos para evitar que los moderadores de Ashwinder me lanzaran un Avada por mis habilidades gramaticales (o la falta de ellas). Ella merece una Orden de Merlín, Primera Clase. Sin ella, este capítulo no tendría el brillo de una perla. Ella es un tesoro. Cualquier error que esté ahí es porque no pude resistirme a jugar un poco más con él antes de publicarlo. Lo siento, stgulik, ¡pero quería que tuvieras algo que esperar y que aún no hayas leído!
xxxxx
Ahora debo estar entre ustedes respondiendo al llamado de sus corazones; tengan la seguridad de que este trovador está actuando de parte de Él.
Bueno, un hombre dejará a su madre y una mujer dejará su hogar, viajarán hacia donde los dos deberán ser uno.
Bueno, entonces ¿cuál será la razón para convertirse en marido y mujer? ¿Es el Amor lo que te trae aquí o el Amor lo que te da vida? O si amar es la respuesta, ¿a quién se lo darás? ¿Crees en algo que nunca has visto antes?
Hay amor; oh, hay amor.
xxxxx
La calle de la Hilandera no fue la primera opción de Severus para llevar a Hermione, pero había querido alejarse del Señor Oscuro rápidamente, y era el único lugar seguro que se le ocurrió además de Hogwarts. Por alguna razón, la idea de regresar a la escuela era aborrecible; le dijo a Hermione que se sentía igual de protegido en la Hilandera. La sincera verdad era que simplemente quería estar a solas con ella, y éste era el único lugar en el que se sentía seguro.
Podía sentir a Hermione temblar bajo sus dedos y comprendía su reacción completamente. Regresar ileso de una audiencia con el Señor Oscuro siempre dejaba un resbaladizo sentimiento de violación en su alma; era esa sensación de haber tocado algo podrido y rancio, lo que le dejaba sintiéndose impuro. Hermione también lo sintió y ahora estaba temblando en reacción a la mancha que le había dejado su audiencia con Voldemort.
Severus se sintió tremendamente orgulloso de ella; había logrado engañar a uno de los Legeremantes más grandes que el mundo había visto jamás, y habían vivido para contarlo. También estaba asustado al saber que lo había engañado haciéndole creer que Hermione estaba embarazada. Esto era algo que tenían que discutir e intentar encontrar una solución rápidamente.
Si Severus era completamente sincero (y este es un momento para verdades, ¿no?, pensó con tristeza), circulando por su conciencia estaba el alivio estimulante de sobrevivir a la audiencia del Señor Oscuro, y la corriente subterránea de lujuria que siempre la seguía. Mirando a Hermione, Severus sintió el mismo oscuro deseo que lo había llevado al Callejón Knockturn hace tantos meses atrás, buscando una puta con cabello rizado castaño.
Ahora lo imbuyó de un deseo casi irresistible por Hermione. Sería una noche larga, según sus cálculos. Había esperado tanto tiempo; sería lo suficientemente disciplinado como para esperar hasta mañana. Su voluntad simplemente tendría que ser más fuerte que los impulsos de su cuerpo, sin importar cuán irresistible fuera la tentación.
Una vez que cerró la puerta y la protegió con sus más fuertes encantamientos, Severus y Hermione se miraron y se relajaron. Severus suspiró, se dejó caer en una silla cercana y le tendió la mano. Como la pequeña bruja obediente que era, Hermione cruzó la habitación para tocarlo. Él miró su rostro, que era tan encantador para él que el de Lily jamás se le podría comparar. Dioses, la estoy enviando a las fauces de la muerte, y ella iría allí felizmente... por amor a mí. Cuando llegue el momento, déjenme ser digno de esta bruja. Por favor, no me dejen fallarle.
ESTÁS LEYENDO
Ocúltame
أدب الهواةLa ira de Severus ante los intentos de Sirius Black de seducir a Hermione plantea dudas sobre sus propios sentimientos hacia ella. El pasado y el presente se entrelazan en una historia de protección, traición y confianza. Traducción autorizada de La...