Capítulo 29:

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Montada sobre Razzle, Rosie escudriñaba el cielo con el ceño fruncido, reflexionando sobre sus setenta años junto a Alastor. Él había sido su mejor amigo, confidente y compañero de aventuras, enseñándole cómo sobrevivir en el infierno que era su realidad actual. A pesar de todo, le molestaba que Alastor la considerara cobarde, pensando que ella se escondería en lugar de luchar por su hogar. Decidida a demostrar lo contrario, juró defender su hogar con todo su ser.

Mientras evadía a algunos ángeles armados, divisó a la Princesa Charlie junto a un grupo de demonios. Una idea audaz se formó en su mente y la atrapó antes de que se desvaneciera. Aunque reconocía que era arriesgado, estaba dispuesta a apostar por ello. Se apresuró hacia la Princesa, convencida de que solo ella podía ayudarla con su encanto y amabilidad naturales.

La única idea astuta era emprender huida, Charlie y sus amigos lo sabían, pero les era imposible. El cielo no los dejaría. Estaban atrapados. Se defendían con fuerza, dispuestos a dar todo de ellos para salvar sus vidas, pues el infierno estaba perdido.

Al escuchar la voz de la conocida y poderosa overlord llamar por la Princesa, todos voltearon, distrayendose momentáneamente. La caníbal se acercaba velozmente.

Razzle abrió su hocico y devoro sin piedad a una orda de ángeles.

—¡Princesa, creo que tengo un plan para acabar con esto!—le dijó—Necesito que me acompañe—extendió su mano—, creo que es la única opción que nos queda.

Volteó a ver a sus amigos. Angel intentaba sacarse a un exterminador de encima, cuando Husk le arroja tres aces y las extremidades desmembradas de aquel ser celestial salen disparadas por todos lados junto con un chorro de sangre dorada.
Finalmente los ojos de todos están sobre Charlie, recibió asentimientos y sonrisas cargadas de apoyo. Regreso la mirada a la overlord caníbal y acepto tomar su mano.

Se alejo y la esperanza parecía querer renacer nuevamente.

**

En medio de la oscuridad que los envolvía como un manto siniestro, sus miradas se elevaron hacia la figura imponente que se alzaba sobre los escombros. El silencio era tan denso que podía cortarse con un cuchillo, y el repentino surgimiento del otro ser celestial los dejó a ambos boquiabiertos, como si una escena directamente sacada del mismísimo teatro celestial se hubiera desplegado ante sus ojos. Había sido tan sigiloso que ni lo oyeron acercarse.

¿Quién estaba más sorprendido en ese momento? Ni el más diestro de los actores podría representar con precisión el desconcierto que se reflejaba en los rostros de Alastor y Lucifer. Alastor, con los ojos desorbitados por la incredulidad, contemplaba a Gabriel con una mezcla de asombro y confusión. Los cambios en su apariencia, las alas ahora teñidas por una sombra ominosa y los ojos que parecían haber absorbido la oscuridad misma, lo dejaron sin aliento. Hacía décadas que no veía a su viejo amigo, y la metamorfosis que había sufrido era la consecuencia de una caída.

Gabriel era el ángel caído que Lucifer acogió... claro, debió pensar eso. Después de todo, sabe bien que esos dos fueron amigos.

Lucifer, por su parte, se mantenía en alerta máxima. La presencia de Gabriel en ese lugar y en ese momento no tenía sentido alguno, y el Príncipe de las Tinieblas estaba muy consciente de ello. Una sola certeza se aferraba a su mente: Gabriel no debería estar ahí. La sorpresa se entremezclaba con un dejo de preocupación, pues la aparición de Gabriel podía alterar el curso de los acontecimientos de una manera impredecible.

Mientras tanto, los ojos de Gabriel se movían de Alastor a Lucifer una y otra vez, como si tratara de descifrar un enigma celestial. El encuentro de ambos soñadores en medio del infierno que se había desatado en el cielo. A pesar de la gravedad del momento, una sonrisa irónica se curvaba en los labios de Gabriel, recordando la admiración que Alastair había profesado hacia Lucifer durante tanto tiempo. Pero su pequeña sonrisa ladina desapareció al instante cuando recordó que Alastair, el alegre soñador que profesaba amor e inclusión, había sido el causante de la destrucción masiva que los rodeaba. Había sido protagonista de un violento enfrentamiento con el mismísimo Lucifer.
La tétrica sonrisa en su rostro podría causar escalofríos a cualquiera que la mirase. Gabriel no entendía como es que él podía seguir sonriendo después de haber llevado caos a lo que alguna vez fue su hogar.

Oh, Alastair, al final le diste la razón al cielo.

Lucifer se levantó, su porte elegante y seguro como siempre. Se sacudió el polvo, para después rodear con ambos brazos y sus tres pares de alas rodeó al ángel. Era bueno ver un rostro amable después de la sanguinaria batalla que se llevó acabo.

Gabriel correspondió el abrazo a duras penas, su mirada seguía fija en Alistair quien se encontraba sentado en el suelo viendo a la nada.

—¿Qué es lo que haces aquí?—preguntó el Rey, mientras rompía el abrazo.

Gabriel simplemente lo señaló en respuesta. Estaba ahí buscando a Lucifer. Después lo tomó del brazo y extendió sus alas, dispuesto a llevárselo y regresar con la Princesa.

—Hey, también me quiero ir de aquí pero...—desvió su mirada a Alastor, quien seguía sentado en el suelo.

**

No había más opción que huir con Dazzle como corsel, dejaban todo en manos de la realeza, eran los únicos capaces de detener todo esto. Toda esperanza estaba sobre Charlie y Lucifer, donde sea que este este último. En ese momento, lo único que querían era librarse de los feroces ángeles que los seguían dispuestos a acabar con ellos.

Molly veía atónita como cientos de ángeles estaban dispuestos a herirla aunque ella también era uno de ellos. En sus ojos se notaba la esperanza muerta. Mientras observaba como su hermano combatia a como podía para defenderla, junto a ese hombre... Husk.

—Ahora si me he quedado contigo, Molly—le dijó Angel—. Te estoy defendiendo, ¿lo ves? Te estoy cuidando.

Ella no decía nada. Simplemente se aferraba a aquel monstruo alado en el que montaba junto a su hermano, el caos que había causado el infierno en el cielo era espantoso, los ángeles atacaban a todo lo que se moviese. No lo entendía.

Debido a las nuevas políticas de Wattpad, es probable que después de terminar el fic lo archive para evitar que sea borrado.

Este capítulo literalmente lo he publicado con el único fin de informarles de esto último.

El siguiente capítulo será muy importante y les gustará mucho, lo prometo. <3

Ángeles Caídos|| Hazbin HotelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora