28.

280 43 1
                                    


Las siguientes minutos fue un desastre en la habitación, los gritos desesperados de Severus, su llanto desconsolado mataron cualquier compasión que Harry alguna vez pudiera tener por su madre.

Los Aurores habían recibido un hechizo confundus, luego un aturdido tan fuerte que corto mucha piel, uno de ellos la vena orta dejándolo sin vida el otro apenas siendo atendido por los médicos para salvar su vida.

Los aurores habían llegado, estaba casi a mitad de noche, cuando el procedimiento comenzó, buscando en todo el hospital principal. Mandaron agente a la casa de Lily Evans y a la residencia vacacional a su nombre. En ninguna estaba.

No había rastro de ella.

..

El amanecer fue tan frio que Severus sintió una patada de realidad. Su llanto no fue inesperado, Aemilius estaba a su costado durmiendo con el ceño feuncido.

Lucius y Thomas se acercaron a su amigo y abrazaron por turnos.

- Ira a Azkaban en cuando la tengamos.

- No pensaras que la dejaras en una linda celda en azkaban Thomas - Replico Lucius - con todas las reformas y actualizaciones todo allí es muy bueno para lo que esa mujer se merece

Severus limpio su nariz y ojos - la voy a matar encuanto la vea.

- Tendrás que esperar un accidente en azkaban y todo listo.

- Quiero a mi hijo -

- Esta bien, Harry esta volteando todo Londres magico y muggle en su búsqueda. Me preocupa el estatus de secreto - Dijo con humor

- El lo lograra - Lucius calmo- es un hombre decidido que morira por su ti, hará lo que tu desees porque te ama. El bebé estará aquí pronto.

Los segundos o minutos de silencio severus los concentro en mantener su oclumancia para sentirse fuerte, con un suspiro se restableció. - me daré un baño, quiero irme de aquí

- Bien te acompaño. - Thomas lo ayudo a llegar al baño, sin compromisos ayudo a tomar las pociones para el dolor de la sesarea y la cicatriz, esperaron un momento hasta que severus pudo moverse sin dolor de por medio.

Su parto tendría que ser natural, pero esto, quitarse su posibilidad de parto natural era tan aberrante se sentía violado y atacado.

Se dio una ducha caliente, utilizo el kit de limpieza que Carmen enpaco para él, y rebusco la ropa. Pantalones sueltos y altos negros, una camisa manga larga negra y muy sueva y un saco grueso azul rey.

Al ponerse la ropa reviso su cicatriz, apenas visible seria el único recordatorio en la piel, aparte de unas poquitos estrías, su pecho que estaba listo para amamantar no fue utilizado y cuando desapareciera la hormona del embarazo junto a la hormona prolactina no podría hacerlo. Tendría que comprar leche materna y odiaba eso. Su cuerpo debía hacerlo. Y sintió otra vez los ojos calientes por las lagrimas

- Sev, llora todo lo que desees, estas en tu derecho- Lo abrazo el hombre mayor.

- Como pudo hacerme esto- Las palabras fueron cortadas, el llanto subió niveles- Que hice mal. Me roban todo, mis padre , mis hijos, que más quieren de mi.

Durante varios minutos lo consoló y ayudo.

Lucius afuera, vistió al pequeño Aemilius con batas finas y de telas cómodas para los niños, regalo de draco.

- Fue mi culpa - Le susurro el niño con ojos oscuros como el bosque casi llegaron a ser negros

- No mi vida, fue culpa de esa bruja mala, tu eres un niño muy atento ella es mala. Ok

Severus Skin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora