Castigo

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             Ámbar Lambert Martin

- Ay - digo en un suspiro tras terminar esa clase tan aburrida, por poco me quedo dormida y eso sería mi tumba, el capitán perfección me mataría.

  Agacho la cabeza, colocándola encima de mis brazos enroscados de cara a la mesa, esperando que pasen los cinco minutos para que inicie el otro turno, no es mi costumbre levantarme tan temprano y ahora es cuando estoy sintiendo el sueño de nuevo.

- Ámbar - me llamaba alguien mientras me movía por el hombro.

- Umm - subí la cabeza buscando a quien me había despertando cuando yo ni siquiera me había dado cuenta de que estaba dormida.

- La clase va a empezar - reitera Daniel con una tierna sonrisa mientras yo me froto los ojos.

- ¿Qué nos toca ahora? - pregunto, pero se interrumpe cuando la teniente Gauthier entra por la puerta respondiendo mi pregunta.

  Ay no, definitivamente terminaré dormida en esta clase

  No es que no me guste la Ciencia pero las clases introductorias son aburridas.

- Ya nos conocimos pero diré que no me gustan las indisciplinas, quien no quiera estar en la clase se puede retirar - comenta con una neutralidad que me hiela la piel, pero su afilada mirada no permite que nadie se mueva - bien, si todos están de acuerdo abran su libro de texto en la página 1.

  Todos acatamos su petición con una velocidad y una sincronización dignas de máquinas, así continúa la clase, copio todo lo que dice, atendiendo lo más que puedo contando con que mis párpados batallan por cerrarse, hasta que por un momento cierro los ojos cuando bostezo y aunque intento volver a prestar atención mis cansados músculos no me lo permiten, en un último esfuerzo quedo sumida en una especie de limbo, ollendo todo lo que pasa a mi alrededor, pero sin entender nada de lo que dicen.

  Siento como por debajo de la mesa alguien me patea, insistiendo una y otra vez, así que sin más remedio abro los ojos encontrándome con la aterradora expresión de una asiática frente a mí, me enderezo con una rapidez inconsciente, sintiendo el rostro muy caliente, apenada por dormirme el primer día de clases.

  Lo que me faltaba, seguro que me chibatea con el capitán perfección.

- Señorita Lambert - mi nombre saliendo de sus labios me estremece de pies a cabeza - si tanto sueño le produce mi clase, le pediría que por favor se retire.

- No...yo... - soy interrumpida en mi patético intento de una disculpa cuando se da la media vuelta y se incorpora frente al aula otra vez, suspiro aliviada, pensé que...

- ¿Qué está esperando? - pregunta haciendo que la mire con miedo - Puede encontrar al Capitán Poláez al frente de tu dormitorio - concluye y me da la espalda cuando empieza a escribir algo en la pizarra, así que sin más opción, recojo mis cosas para caminar fuera del aula, no sin antes darle una mirada a Daniel, intentando agradecerle el que me despertara y tranquilizarlo, ya que podía ver sus facciones llenas de preocupación.

   Salgo por la puerta, siguiendo el camino hacia mi habitación, en estos momentos tengo miles de pensamientos contradictorios en mi cabeza.

  ¿En serio tengo que ir a verlo a él?

   De verdad que preferiría que me mandara con el director

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