parte ❣23

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JungMi caminaba delante suyo mientras sujetaba su mano con firmeza, se encontraban jugueteando frente al edificio del señor Jeon, mientras esperaban a que BoYoung terminará de hablar algo de suma importancia, según palabras de la omega y podrían reunirse nuevamente. Jimin admiraba la inmensa fuente que yacía frente al edificio, las palomas chapoteaban de manera tranquila, algunas simplemente se encontraban descansando y otras buscando comida. Su pequeño cuñado le había explicado el respeto y fascinación que tenía su abuelo por las aves y aquello de inmediato le hizo pensar en la buena persona que era.

— ¡Jiminie hyung!

Le llamó el cachorro y empezaron a correr alrededor de la fuente, provocando la huida de las palomas. Aquello lo hizo sentir mal, asustarlas de esa manera tan repentina y luego sus ojos brillaron, podía escuchar el aleteo de las aves, pequeñas gotas de agua se estrellaban en su rostro y sonrió, no sabía que cosas tan simples podían hacerlo tan feliz.

— ¡Jiminie! ¡JungMi, el abuelo nos espera! —gritaron a lo lejos.

— ¡En camino!

Ambos corrieron hacia la pelinegra sonrientes y cuando ingresaron al edificio, la boca del rubio formó una perfecta o.

— Esto es inmenso... —murmuro perplejo.

— Es parecido a un centro comercial —comento su suegra— Aunque las oficinas están en los últimos pisos, las personas pueden venir y pasar el día, esa es la manera de aprovechar este inmenso edificio.

Giró sobre su sitio y soltó todo el aire contenido en su pecho, su mirada viajaba, recorría todo el lugar, de repente a lo lejos observo una cabellera rubia, una que distinguía demasiado bien.

— ¿Jihoon?

Jimin se preguntó dando un paso al frente.

— Jimin las puertas van a cerrarse —la mayor comento de manera tranquila.

Pero el omega mantuvo su mirada al frente, sin intenciones de retroceder. Dio otro paso cuando las puertas del ascensor empezaron a cerrarse. Sus piernas empezaron a dar largos pasos e hizo caso omiso a los llamados de su suegra y de JungMi.

En ese momento, su único propósito era encontrarse con su hermano.

No vayas...

Su lobo advertía en su interior.

Era como si sus piernas se movieran de manera automática, sus pensamientos inundados por su gemelo, la curiosidad de saber como se encuentra, de saber si su vida estaba marchando bien. Irónico ¿No? Preocuparse por alguien con quién nunca compartió, quien no pensó dos veces para huir, quien no se le ocurrió pensar en las consecuencias para la manada, para el.

Caminaba esquivando a las personas, algunos lo miraban de manera curiosa, otros de manera confundida. Y cuando llegó al punto donde había visto al rubio, miró a todo su alrededor, pero no percibía el aroma a jazmín y menta de su hermano. Fue en ese momento que se percató de la distancia que había recorrido y empezó a sentir miedo.

— ¿Ahora como los encuentro?

¿Quién diría que estaba tan cegado? Jimin no recordaba por donde había llegado, habían dos escaleras a lo lejos, parecía estar en el cielo y entonces el pánico empezó a apoderarse de el.

Por lo que más quieras, no te alejes de mi madre. 

Y recordaba las palabras de su alfa, haciéndolo sentir peor.

Empezaba a faltarle el aire, no veía la salida por ningún lado y pronto se sintió encerrado. El recuerdo de su manada, las miradas de todos encima suyo, Jimin necesitaba salir de ese lugar, llevo sus brazos a su alrededor, tratando de abrazarse a si mismo.

Whisky y Madera❣Kookღin(omegaverse)❣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora