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Niño-araña.

Narración de Lara.

El miedo se apoderaba de mi, me había quedado completamente paralizada del susto, me encontraba en un edificio que estaba incendiandose a causa de un incendió que provocó un ladrón en un intento fallido de escapar del lugar.

No se por qué, pero hacía ya unos meses, había un chico en la calle, con un traje y super poderes cuidandonos de ladrones, pero nadie sabia quien era.

Todos lo conocian como hombre-araña, pero esta persona jamas fue a una entrevista a decir su nombre, la gente solo lo asimiló.

Mateo, me quedé encerrada en el departamento, disculpame, no voy a poder salir de aca, Te amo mucho, me gustas, pero no creo sobrevivir. —Hablé asustada en la llamada, Mateo era mi mejor amigo de hacia años, y yo cada año que pasaba con el, me enamoraba mas.

Curiosamente, hacía unos meses nos veniamos distanciando un poco, Mateo siempre estaba ocupado ¿En que? No tengo idea.

En la desesperación de no poder salir del edificio, lo llamé queriendo confesarle mis sentimientos y así, por si me llegaba a pasar algo, por si llegaba a morir, moriría con la conciencia tranquila de que el pudo enterarse de mis sentimientos.

Capaz estaba mal hacer eso, confesarme cuando estoy a punto de morir, pero en la desesperación, no lo pense.

El humo comenzaba a inundar mis pulmones, mareandome, haciendo que caiga al suelo.

Mis ojos pesaban cada vez mas, no podía mantenerlos abiertos.

Sentí unos brazos rodeando mi cuerpo, no entendía que pasaba, estaba sola en el departamento ya que mi familia fue a un viaje de negocios.

Despues de sentir estos brazos rodeandome, y alzandome, mis ojos se rindieron, desmayandome, y perdiendo la consciencia en brazos de un extraño.

• • •

Abrí mis ojos con mucha dificultad, me pesaban bastante y la luz segadora del techo me encandilaba.

Cuando por fin pude abrir los ojos por completo, sentí cómo algo apretaba mi mano.

Estaba Mateo ahí, estaba conmigo.

Yo me encontraba en una sala de hospital, con unos artefactos en la nariz que me ayudaban a respirar y unos tubos conectados a mis venas, supongo que controlaban mi oxígeno en sangre.

Sonreí al ver a Mateo, el estaba conmigo, en este momento tan deplorable, despues de haberle dicho lo que yo sentía.

—Hola Truenito...— Hablé llamándo su atención, Mateo participaba en competencias de freestyle y su aka era Trueno, yo con ternura solía decirle Truenito o trueno niño, por sus videos de niño rapeando.

—Lara...Ay Larita, estas bien, estas viva...—Dijo con sorpresa al verme, como se le iluminaron sus ojos que eran rodeados por unas ojeras me había producido las famosas mariposas en la panza. —No me vuelvas a asustar así Lara...—Habló esta vez abrazándome con fuerza, pero también con cariño.

El abrazo me transmitía mucha calidez, y no una calidez caliente y asfixiante como la que sentí en mi departamento en llamas.

Fue una calidez de amor, de cariño, de sentimientos, una calidez en el pecho agradable, como una ducha caliente en una noche de invierno.

Lara me asustaste muchisimo...

—Tranquilo, trueno niño, estoy bien ahora...¿Como salí de ahí? Estaba todo bloqueado...y me acuerdo que me hicieron upa, pero no se quien...

—Ah...Bueno, ese famoso hombre araña te salvó, entró por la ventana y te sacó por ahí...

—Ahh...Que bueno, supongo que eso de que es un heroe es verdad...

—Seh...

Mateo estaba nervioso, lo conozco, se cuando está nervioso.

Decidí ignorar el tema, si estaba nervioso por algo será.

Pasarón unas horas, en las que yo me dormí y Mateo estaba al lado mío, acariciándome la mano.

No habíamos hablado de la llamada donde le había dicho lo que sentía, y me resultaba algo incomodo, pero no quería hacer tenso el ambiente o arruinar mi amistad con el.

Después de dos horas, me desperté de la siesta que me había tomado, pero Mateo no estaba al lado mío.

Me desilusione un poco, me sentía algo sola.

Cuando derrepente, por la ventana de la habitación veo entrar a el mismísimo hombre araña, el famoso superheroe que se había creado estos meses.

Dentro de mi cabeza, no entendía la idea de que existan los superheroes con sus superpoderes y toda la boludez, no me entraba en la cabeza, no le encontraba el sentido, yo pensaba que era algo de ciencia ficcion, de fantasía, de cuentos para niños.

Lo que mas me sorprendia es que al igual que en mi departamento, el chico entró por la ventana, cuando estabamos en un piso bastante alto.

Mis ojos se abrieron de par en par cuándo vi que se sacaba la mascara sin preocupación alguna, parecia todavía no haberme visto.

Pero yo si a el.

Yo lo estaba viendo a el, a Mateo, que acababa de sacarse la máscara después de entrar por la ventana de un 5to piso.

¿Que?

¿Mateo?

—Lara...Te despertaste...

—No entiendo Matu...¿Que quiere decir esto? ¿Sos el hombre-araña?

—Lara...quiero que nos calmemos los dos...y hablemos tranquilos. —De su mochila, sacó unas flores, que se veían algo destrozadas por estar en una mochila y me las entregó— Fui a buscarte esto...

—Gracias...¿Es por la llamada que te hice?

—Si...Yo, también siento cosas por vos, pero tenía miedo de confesartelo, y ahora con esto de los poderes y toda la boludez, no se...Sentía que no tenia tiempo...Yo, yo soy el hombre-araña, yo te fuí a buscar al departamento apenas escuche la llamada, por que me gustas, y realmente me gustaría intentar algo...

—Bueno, Mateo, Trueno, Hombre araña, gracias a los tres, a Mateo por corresponder mis sentimientos, a Trueno por darle los huevos y a el hombre-araña, por salvarme...y si, si los tres estan de acuerdo...me gustaría intentar algo...

—Estamos los tres de acuerdo.

—Gracias Niño-araña.

ONE SHOTS• Mateo Palacios-TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora