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Opuestos.

Narración de Malena.

Mateo Palacios, mi compañero de piso. Nos conocimos por amigos en común, y por la condición del país y por ir a la misma facultad, decidimos compartir piso, asi era mas facil pagar entre los dos.

¿El problema? Somos polos opuestos.
Si bien esto no es sinónimo de que nos llevemos mal, es algo complicada la convivencia aveces.

Yo soy la tipica mina que se queda en casa jugando a la computadora o en la play hasta tarde, y el si bien se queda hasta tarde despierto, se la pasa en jodas.

Por suerte jamas trajó a una mina a el departamento, me mato si lo hace.

Hoy, estaba jugando con la play, eran como las cuatro de la madrugada de un sabado, mañana era domingo, por lo cual, Mateo habia salido.

Cuando llegó se despojó de todo su abrigo y se tiró a el sillon al lado mio.

-Che...Vos todo el día jugando a la play ¿Cuando vas a salir conmigo?

-No me interesa mucho eso se salir, Matu.

-Dahh, una noche tenemos que irnos a bailar juntos.

-¿Para? Te vas a comer a una me vas a dejar sola ahi tirada.

-Ts...Cualquiera.

-¿Como te fue hoy?

-Bien, me regalaron porro entonces del mio no fumé, me quedó entonces para fumar juntitos. -Se estiró y apoyó su cabeza en mi hombro tirandose, se lo notaba cansado. Normalmente fumabamos porro juntos, como viviamos los dos solos no teníamos problemas en fumar dentro de la casa, siempre y cuando lo fumemos juntos.

-Uh, re piola hermanoo

-Jejeje...¿A vos? ¿Como te fue?

-Pude pasarme el jefe que te conté que me costaba.

-Esaa, que crack que sos.

Asi era nuestra amistad, si bien al inicio no nos llevabamos del todo, la convivencia en la casa provocó que nos hagamos bastante amigos y cercanos.

Y eso era un problema para mi, yo desarrollé sentimientos por el y el me contaba de las minas que se comía en las jodas.

Hoy habia llegado con bastante olor a alcohol, asi que no me sorprenderia si estaba algo borracho.

Prendio el porro, todavía acostado arriba mio y me lo paso, yo como seguia jugando, abrí la boca con intención de que el lo apoye en mis labios, y asi lo hizo, pero al hacerlo, sus dedos rozaron con mis labios, haciendo que sienta las famosas mariposas en la panza.

—Eu, linda...

—¿Qué?

—Dame booolaaa

—Te doy bola, estoy jugando nada mas, quiero pasarme esta misión

—Noo, quiero que me des bola con otra cosa

—¿Que cosa?

—Dame un besito...No sabes las ganas que te tengo wacha...

ONE SHOTS• Mateo Palacios-TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora