Había silencio o eso creo me conservaba en la misma posición de hace unos minutos solo veía a Toto y su esposa hablar frente a los pilotos y las chicas sonreían animadamente mientras yo me sentía desubicada fuera de ese círculo, hasta que Wolff me señala.
—Harrison ven aca—Susie tenía una gran sonrisa al ver que su esposo me llamaba me señaló y el asiente asesinando me con la mirada, camino hasta llegar a su lado y todos pusieron su atención en mi automáticamente dejaron de sonreír—Harrison corre para Mercedes al igual que Bianca pero también la fiche para poder reemplazar algún piloto de mi equipo ya sea Lewis o George—sentia la tensión lo que acaba de decir Toto me ha caído como un balde de agua fría con grandes trozos de hielo finos y con puntas.
Sus manos sostenían mis hombros veo a varias de las chicas susurrar varios de los pilotos hablar entre ellos mientras se reía y mi respiración se iba acelerado veo a Bia quien me mira preocupada sentía mis manos sudar pongo mi mano en el pecho y mi corazón latía rápidamente haciendo que mis nervios se descontolaran, no quería volver a que la gente me odiara o volver a caer en humillaciones y maltratos de la gente.
Quería decir algo, pero de mi boca no salía nada mi mente estaba ida.
Pongo mi mano toda temblorosa en la de Toto y el se detiene Susie dejo de sonreír al mirarme y sali de ahí odiaba mi claustrofobia al sentirme pequeño ante los demás al ver la negación de mi persona corría por aquel pasillo desesperada buscando mi cuarto pero mi respiración se iba mi vista se nublaba divisé un baño y entre tambaleos entre y cerré con pasador.
Mis manos me hacían resbalar estaba acostada en el piso de un baño intentaba levantarme pero caí mientras escuchaba como la puerta era golpeada una y otra vez mientras mi nombre era gritado en forma alarmante.
Solo deje llevarme en la oscuridad total.
Había despertado en una pequeña habitación y al percatarme de que era un cuarto donde en el fondo había una bandera de Holanda mis sentidos se despertaron rápidamente levantándome algo mareada y corriendo de una a la puerta la cual estaba con seguro.
—Creo que necesitas la llave? O no?—volteo escuchado la fastidiosa voz de Max y el sonreía.
—Abre la puerta Verstappen—le digo apuntando la salida y este realza una ceja mirándome fijamente.
—La ansiedad te comía lentamente sudabas tu pecho subía y bajaba tan rápido que varios nos dimos cuenta que estabas apunto de explotar pero vaya saliste corriendo quedando como una estúpida frente a todos y pues se me ocurrió salvarte el pellejo—caminaba lentamente hasta donde me encontraba como un león acechando su presa, su presencia radiaba peligro y a la vez prohibido.
—Aleja..te—mi voz sonaba algo rasposa y un poco asustada, la diferencia de altura era mucha.
—Solo necesito un pequeño favor y listo, no te molesto mas "linda"—su expresión mostraba maldad pura sus ojos tenían un toque de perversidad.
Me apartó y lo miro el se quita de la puerta y me entrega un sobre.
Su mirada me escaneaba, tiene la mirada un poco pesada, abro el sobre y empiezo a leer lo que dice y me quedo confundida.
—Anda al carajo Verstappen no haré está mierda—le tiró el sobre y camino hasta la puerta cerrandola fuertemente.
Miro el camino y estaba en su habitación este loco me trajo hasta acá que locura, es un completo loco me la suda Reb Bull.
Camino y fuera de los paddocks hasta llegar a los garajes y camina por fuera mirando los monoplazas.
Mucha gente caminaba de aquí para allá, música, gritos, fanáticos alocados.
Entro en el garaje de Mercedes con las miradas de los mecánicos fija en mi paso hasta llegar a los pasillos está cosa es un laberinto estás en Mercedes y mágicamente apareces en Williams.
—A donde fuiste?—Toto venía algo serio mientras me señalaba con un dedo su pequeña oficina.
Entro en ella y el cierra la puerta mientras se sienta rascándose la cabeza casi arrancándosela.
—Necesitaba respirar—digo algo obvia.
—Sufres de ansiedad?—su pregunta me causó algo de incomodidad, jamás había establecido una conversación de mis problemas mentales.
—No—alza una de sus cejas mirándome con duda—Bueno un poco pero eso yo lo soluciono.
El se queda mirándome y asiente con la cabeza mientras en sus labios se forma una línea recta.
—Tienes práctica en 1hora, anda y alístate Bianca te está esperando—asiento y me levanto pero su voz me detiene—Después de l práctica ve a casa Susie preparará una buena pasta.
Salgo de la oficina y me encamino hasta donde están las demás sin prestarle mucha atención a las miradas.
—Me alegra que estes bien—la voz de Bia se hace presente mientras me toca el hombro.