bad thinking diary ; 𝗺𝗶𝗰𝗵𝗮𝗲𝗻𝗴

Chapter O12

Una de las cosas que más disfrutaba Minatozaki era tener relaciones sexuales y sobre todo con personas que ella sabía que tenía la capacidad de manipular a tal punto que harían todo lo que ella les pidiera saliéndose siempre con la suya en todo momento porque era el gran poder y habilidad que tenía, el cual había descubierto durante mucho tiempo y que le había facilitado las cosas tanto que no ha parado de hacerlo porque sabe muy bien que eso la beneficia.

"Me alegro de que unnie haya venido hoy". Le dijo la chica de cabello rojos mientras apoyaba la cabeza en su pecho desnudo.

"Lo hiciste muy bien, Jihyo". Le dijo mientras acomodaba su cabello pero esta movió la mano y metió aquel dedo que jugaba con las cebras en su boca mordisqueando lo lentamente mientras no paraba de mirar los ojos.

"¿Qué cosa?".

"Jihyo todavía no está satisfecha con lo que hicimos ¿Verdad?". Le preguntó mientras la acariciaba el labio inferior con el pulgar.

"Unnie siempre sabe todo lo que necesito". Dijo con seguridad y eso transportó a la peli rosa a recuerdos en donde se supone que estaban las que ella consideraba sus amigas.

"Todo lo que necesitas...". Murmuró y frunció las cejas. "No creo que sea eso". Se volvió para quedar encima de la pelvis de la coreana que se dejó llevar por todo lo que la mayor le hacía sentir.

"Realmente, unnie...". Chupó el pulgar de la mencionada.

Esta le quitó el dedo y si puedo borrar alguno comenzó a frotarle clítoris con la palma de la mano. "Jihyo". La llamó mientras escuchaba como esta se retorcía y gemía. "Si resistes esto correctamente, te creeré, si no puedes soportarlo".

Jihyo dejó caer las manos a cada lado de su cabeza mientras hacía todo lo posible para poder soportar lo que estaba sintiendo. "De acuerdo". Respondió casi gritando.

"Debes hacerme un favor". Sin que no lo suficiente como para poder tener contacto con la intimidad de Park, sacó la lengua y lamió con sutileza sin dejar de mirarla a los ojos porque sabía que eso era suficiente como para tenerla a su merced.

Cerró los ojos y se concentró en darle el mejor placer posible a la menor ya que eso era lo que quería hacer sobre todo para ver cómo hacía todo lo posible para no terminar cuando había dicho que lo haría.

Su pensamiento cambiaron automáticamente y se transportaron a aquella chica a la que quería que le había hecho un favor y que esperaba que lo agradeciera porque nadie iba a llegar a hacer eso por ella más que sí misma, es que lo que realmente le molesta Es el hecho de que ninguna de las dos tuvo la capacidad de escucharla y sabía muy bien que si lo hubieran hecho entonces se hubiera divertido aún más hasta dejarlas en paz porque al final se iba a aburrir como siempre lo hace.

Sana se apartó del cuerpo de la pelirroja y este parecía que quería hacer todo lo posible para poder terminar porque se encontraban el límite pero no se lo permitió tomando la de la muñeca y apartándole la mano.

"Espera". La detuvo y colocó ambas manos arriba de su cabeza. "Dije que esperes, Jihyo". Alzó la voz al notar como esta hacía todo lo posible para frotarse contra su muslo. "No sigas tratando de correrte por tu cuenta". La tomó del cuello con la mano derecha y con la mano izquierda le apretó el muslo lo suficiente como para detenerla. "No debes hacer nada sin mi permiso ¿No es cierto?". Le sonrió .

"Lo siento...cometí un error". Dijo mientras temblaba por el inminente orgasmo que había tenido.

Minatozaki suspiró y luego sonrió porque ya no tenía nada que hacer. "No pudiste soportarlo, así que Jihyo debes escuchar mi petición ahora". Le acomodó la pierna derecha sobre el hombro para posteriormente meter dos dedos y comenzar con lo que habían dejado.

Mientras lo hacía en lo único que pensaba era en que quería hacerla terminar lo más rápido posible mientras reía, porque estaba ansiosa por tener a una aliada en su plan.

...

"Jihyo puede hacer cualquier cosa que le pide su unnie, así que haré una petición". Estiró la mano hacia ella.

"Escucharé tu petición, haré lo que unnie quiera". Le tomó la mano.

"Jihyo, eres muy bonita, puedes decidir a cualquiera ¿Verdad?". Sonrió. "Solo una persona, si seduces a una persona, haré lo que quieras".

"¿Quién es? Solo dímelo". Se sentó en la cama al instante. "Si es por unnie, puedo decidir a quien quieras".

Sana la miró y no pudo evitar sentirse tan feliz por decir el nombre. "Myoui Mina". Murmuró. "¿Puedo confiar en Jihyo?".

"Si, unnie, puedes confiar en mí". Se acurrucó en la mano de la mayor poniendo fecha de inicio al plan.