bad thinking diary ; 𝗺𝗶𝗰𝗵𝗮𝗲𝗻𝗴

Chapter OO2

El día estaba tan soleado que sentía que era por pura venganza debido a lo ocurrido en la noche, le dolía tanto la cabeza que creía que se le iba a reventar, apenas y podía mover los pies, los arrastraba como si fueran la cosa más pesada del mundo, algunas personas que pasaban a su alrededor se sorprendía por como lucía ya que nunca la había visto de esa manera.

Llevó una mano a su cabeza lamentándose por lo loca que se había vuelto el día anterior, tanto alcohol le afectó la cabeza y se comportó como una niña pequeña frente a Mina. Se lamentaba tanto por lo sucedido que no sabía en dónde meter la cabeza.

Se quejó echando la cabeza hacia atrás, los rayos de sol no se hicieron esperar y chocaron contra su pálido rostro, como pudo se cubrió un poco los ojos y abrió uno de ellos para ver hacia la universidad, suspiró y recordó a su mejor amiga, tenía que disculparse con ella lo antes posible por lo sucedido.

Cómo siempre en el mismo sitio se encontraba la antes mencionada fumandose un cigarrillo de lo más tranquila, viendo hacia el frente sin mostrar algún atisbo de tristeza pero tampoco de felicidad, con un semblante frío a la par que oscuro.

Chaeyoung se asomó detrás de la pared y comenzó a pensar, no sabía cómo disculparse con Mina, ¿Ponía de excusa que estaba muy borracha?, claro que no eso no funcionaba para que la perdone, ¿Cansada? Mucho menos, sentía que se iba a desmayar del miedo que estaba sintiendo, Miles de maneras de pedir disculpas volaron por su cabeza hasta que decidió, por simplemente disculparse, era lo mejor que podía hacer, siendo concisa, clara y directa.

Apretó el puño dándose ánimos y dió un paso hacia delante.

"Oye, Mina...". Levantó la mano con la expresión más decidida del mundo.

"Chaeyoung sunbae". Pero una voz detrás de sí la detuvo.

Pegó un brinco. "¡Me asustaste!". El chico al lado suyo no pudo enviar reírse por lo adorable que podía llegar a ser la de menor estatura.

"Sunbae, ¿Regresaste bien a casa ayer?". Preguntó con una sonrisa sincera y linda a los ojos de Son. "¿Ya tomaste algo para la resaca?".

"Ah...". Se había quedado sin palabras, era más atento de lo que pensó que sería y a pesar de que le halagaba le resultaba de lo más impresionante. "Oh...ayer". Sus mejillas se sonrojaron por completo, al estar tan ebria no podía controlar lo que debía o hacia así que estaba bastante apenada por todo, llevó las manos encima de su cabeza y comenzó a frotarlas. "¡Me disculpo por lo que pasó ayer!". Exclamó con un tono desesperado. "¡Creo que estaba muy borracha! ¿No hice ninguna cagada cierto?". Se quedó en silencio por un par de segundos. "Lo siento mucho si lo hice". Se disculpó de antemano. "El licor es mi enemigo, ¡Olvídate de todo lo que pasó ayer por favor!". Pidió casi que de rodillas, Sunghoon se quedó boquiabierto. "¡Ah!...me vas a disculpar". Se enderezó lentamente.

Otra vez el silencio antes de que de la garganta del pelinegro saliera una gutural carcajada que la dejó más confundida que antes.

Sunghoon se apretó el abdomen en señal de que ya no podía más y Chaeyoung tan solo se quedó ahí. "Perdón por reírme de esa manera, es que fuiste tan linda...". A la castaña se le escapó todo el aire y sus mejillas nuevamente se tornaron de un color carmesí.

"Eh...ah...bueno...". No sabía que decir, no quería que le dijera esa clase de cosas, el hecho de que le haya dicho bonita la hacia sentir demasiado expuesta y le daba vergüenza.

En medio de toda esa burbuja en la que se encontraba una voz detrás suya la sacó de la misma. "Son Chaeyoung, pensé que estabas borracha anoche ¿Por qué viniste a la universidad?". Preguntó elevando una ceja y al mismo tiempo miraba al chico delante suyo.