Chapter O21

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Había llegado por fin a su destino sin importar que esas pequeñas gotas de agua que parecieron hace algunos minutos se habían vuelto una gran lluvias que no parecía querer cesar y su cuerpo ahora estaba completamente empapado en lluvia tan fría como el invierno y que probablemente también haría que se resfríe pero ese no es el punto para el que camino por tanto tiempo hasta el restaurante sino otra cosa.

"¡Oh, señorita!". Apoyó las manos en sus rodillas y tomó una bocanada de aire. "¿Has venido sin paraguas con esta lluvia?".

"Jefa, gachas de pollo, no, bulgogi, no, janbok, no, no...". Está bien indecisa porque no sabía muy bien qué era lo que debía pedir. Se estaba muriendo de hambre pero aún así su cabeza no parecía funcionar para otra cosa que no fuera a pensar en su mejor amiga. "Ah, eso, no, yo...".

"Señorita...". Miró a la señora que estaba frente a ella con una toalla directo en su cara. "Límpiate el sudor primero vas a coger un resfriado".

Hizo una reverencia y comenzó a limpiarse no sin antes agradecerle, no se había dado cuenta de el tiempo que había pasado caminando ni mucho menos lo mojada que se encontraba.

"Jefa, ¿Qué es bueno para los dolores corporales?". Preguntó. "¿Gachas saludables? Eso es todo. Por favor envuélvelo con eso".

Luego de dar varias indicaciones se sentó en una de las pequeñas sillas que estaban cerca de la puerta, estaba demasiado preocupada por saber si la peli negra se había ido a su casa mientras llovía y si es que debería llamarla para saber cómo había llegado.

Debía hacer todo lo posible para aferrarse a ese pequeño lado valiente que estaba saliendo de la nada y es que no debía por poner las cosas porque eso iba a empeorarlas.

Así que completamente envalentonada se colocó el teléfono en el oído y la contestadora fue lo que escuchó, le preocupaba que no agarrara el teléfono y es que la mayor casi siempre se la pasaba con el mismo.

Tenía que ir directo a la casa para poder llevarles pero la lluvia era demasiado grande por lo que lo más correcto era esperar un poco más.

...

"¡Ah, me muero de frío!". Cómo era una chica impaciente lo único que espero es que las cosas estuvieran listas para salir corriendo debajo de toda la lluvia y llegar lo más rápido posible. "¡Deja de llover, vamos!". Gritó y se quejó como nunca antes lo había hecho en toda su vida.

Cómo pudo se direccionó hacia un lugar en el que caía menos lluvia y se quedó ahí por un momento apartándose de la lluvia, miró a las bolsas y se sintió bastante orgullosa de sí misma había comprado algunas frutas y otros medicamentos para ayudarla, lo que tenía en mente Es que le iba a dar de comer las frutas y luego el medicamento para que pudiera dormir y así se sintiera mejor.

Después de eso lo más probable es que se sintiera mejor y así pudieran hablar acerca de lo que está pasando y lo mejor que podía hacer también era decirle lo que estaba sintiendo, tenía que ser honesta con ella pero de pronto el recuerdo de lo que le había dicho la contraria aquella noche apareció ahora nada.

Tenía demasiado miedo de que Mina le dijera que no a lo que estaba sintiendo o que por todo lo que habían vivido lo mejor que podía hacer era alejarse y eso le estaba volviendo loca porque no quería que eso sucediera.

"¡Oye, está lloviendo más!". Volteó a ver a la chica que lo había dicho y se sorprendió cuando sus ojos divisaron a Jihyo, este estaba dando muchas vueltas alrededor de la pelinegra y se notaba que había algún tipo de interés. "¡Debes darte prisa!". Casi suelta las bolsas al ver que esta iba directo hacia la casa de la mayor y que la misma la estaba acompañando, muchas preguntas se le vinieron a la cabeza la primera era que no sabía que eran tan cercanas y la otra que lo más probable es que estuvieran saliendo.

"Hace frío..." Susurró.

Poco a poco dejaba de llover y eso significaba de que a lo mejor que podía hacer era volver a su casa, ya no tenía nada que hacer ahí y lo mejor que podía hacer era dejar de pensar en cosas raras.

Cuando estaba a mitad de camino lo mejor que puedo hacer fue devolver ese y entrar hacia el departamento hasta llegar al de la mayor, estaba demasiado nerviosa y la verdad es que no había visto salir a la otra así que lo más probable es que siguiera dentro de la casa, hola pelirroja era tuvo un problema y tenía miedo de que no se fuera de la casa, porque ella quería hablar con su mejor amiga y lo peor de todo es que había demasiado silencio por lo que no se ve muy bien que era lo que estaban haciendo.

Apoyó los brazos en la puerta y la única conclusión que tuvo es que las cosas estaban tranquilas porque probablemente las dos estaban haciendo algo que era secreto y eso solo se podía significar una cosa.

Sacudió la cabeza y es que ya había dicho que no pensarían cosas inútiles, no creía que estaban haciendo eso y en primer lugar a lo que había ido era para hablar con Mina.

Así que cuando estaba a punto de presionar el timbre escucho lo inevitable. "Cocine gachas para tí". Dió un paso hacia atrás. "Muy bien, quítate la ropa".

Su labio inferior se abrió y casi se le cae la quijada pero probablemente había escuchado mal así que volvió a acercarse.

"Eres realmente impaciente ¿No?". Tragó saliva. "Date prisa y quítatela, ¿No me escuchaste?". Dejó caer las bolsas y salió corriendo siempre que sabes de que debía bajar las escaleras por lo que se tropezó en las mismas y cayó algunos escalones abajo.

Se hizo una pelota y chocó contra la pared, dolía tanto que apenas y podía vocalizar, lo único que puedo hacer fue echarse a llorar en ese mismo sitio mientras decía el nombre de su mejor amiga porque consideraba de que era la única persona que le apoyaba en esos momentos.

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⏰ Última actualización: Sep 25 ⏰

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bad thinking diary ; 𝗺𝗶𝗰𝗵𝗮𝗲𝗻𝗴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora