LUCIÉRNAGAS: La leyenda de la luna y el sol (Mundo #2)[En Proceso]

Capítulo 11

  Nadie está humanamente
diseñado para soportar una perdida y mucho menos para soportar la de tú
mejor amigo.

— Luz Stoll —

—¿Creés que estará bien? —un susurro lejano se escuchó un poco distorsionado.

—Se pondrá mejor —afirmo una voz mayor con más seguridad que la primera.

¿Qué está pasando?

Una línea de claridad se hace paso en uno de mis ojos, luego en ambos, en cuestión de segundos y generando un gran esfuerzo estaban completamente abiertos.

El ambiente se veía borroso, pequeñas partículas vuelan por lo todas partes y algunas crece y se encogen aleatoriamente. Nego bruscamente para intentar hacer que mi vista mejore lo cual resultó muy difícil. Manchas oscuras se expandían en mí visión.

—¿Qué está pasando? —masculle entre dientes.

Intente ponerme en pie pero el gran cobertor que me estaba cobijando resultó ser tan pesado que se me hizo imposible escapar de él.

—Luz tranquila, todo estará bien —dijo Syera mientras intentaba que no saliera de la cama, —debes descansar —logra inmovilizarme.

—¡Cariño! —exclamo mi madre mientras me tomaba ambas manos.

—¿Qué está sucediendo?¿Qué hago acá? —dije extrañada de todo lo que está pasando.

—No se preocupe princesa, pronto estará mejor —una mujer entrada en edad se dirige a mí.

Toma lo que parece ser un pequeño alajero de metal que estaba dentro de un maletín que no me percaté que estaba al lado de la entrada del cuarto de Syera.

Al abrirla el interior de la cajita contiene algunas pequeñas cápsulas moradas ¿O quizás azul? ¿Puede ser violeta?

"Color intermitente".

—Estas pequeñas cápsulas te ayudarán mucho más rápido con tu mejoría —dijo mientras tomaba una y la quebraba como si estás fueran de cristal aunque claramente no lo era.

Abro mi boca mientras cae una serie de gotas provocando desde la punta de mi lengua hasta el final de mi estómago una especie de cosquilleo.

—Solo necesita descansar un par de horas y estará mucho mejor —dice la sanadora. —Necesitamos que este bien para lo que se aproxima princesa —.

Se inclina haciendo una reverencia y sale de la habitación.

Un revuelo instantáneo sucede dentro de mi estómago.