- Capítulo IV -

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Junio del 2001.

Quince años antes.

"Yuri" Escuché la voz de Valeria en la oscuridad de mi habitacion, era noche de peliculas y de pizza. Nuestros padres se reunían a cenar, por eso, Valeria y yo siempre veíamos una pelicula y luego nos íbamos a dormir para pasar todo el fin de semana juntas.

"Vale" Dije suavemente "Sabes que no debemos hablar fuerte porque mi mamá nos puede escuchar, no quiero que nos deje sin ir al parque de diversiones..." Mi voz era un susurro en medio de la noche que nos rodeaba. Ambas solo teníamos la compañía de la otra y de nuestros respectivos mejores amigos.

Bubby dormía en el piso al lado de Valeria y ella abrazaba a su osito mientras yo abrazaba a Canela, mi leona, la cual Valeria me había dado mi cumpleaños pasado cuando empezábamos a ser amigas. Alix se reía de mi porque aun dormía con Canela a pesar de casi tener ocho, pero a mi no me importaba abrazarla cuando estaba con Valeria porque ella jamás se reía de mi. Me giré para verla con la leve luz de la lampara de noche dibujo de ovejitas que tenía al lado de mi cama, no me gustaba mucho la oscuridad debía admitirlo, pero con Valeria era diferente, ella me daba confianza.

"Entonces podemos jugar a susurrar cosas" Me dijo Valeria susurrando y yo me acerqué a ella complice, siempre me divertía romper las reglas de mi mamá.

"Si..." Dije entusiasmada viendo a Valeria que en ese momento, estaba girada hacia mi pero sin verme. Algunas veces me preguntaba si Valeria no sentiría miedo de estar siempre en la oscuridad, pero Valeria era muy valiente, porque era un ser de luz llena de magia y felicidad "Puedes contarme una historia".

"Queria preguntarte algo" Me dijo arreglando su gorro de orejitas de oso que iba con su pijama de osito rosa.

Su pijama era muy gracioso pero yo jamás me reía de ella porque ambas éramos mejores amigas y nos queríamos mucho. Yo prefería dormir con un short y una camisa del equipo de basketball de Josué, tenía casi ocho y no podía seguir durmiendo con cosas asi. Valeria tenía siete pero ella se veía muy bonita con esas cosas.

"Puedes preguntarme lo que quieras" Le dije acariciando las orejas de Canela.

"Mi mamá y mi papá estuvieron hablando ayer sobre el amor" Empezó mi amiga y yo hice una mueca "Me dijeron que algún día voy a encontrar a un príncipe azul que me quiera y me cuide para siempre".

"Los niños son un asco" Dije con una mueca de disgusto "No son príncipes ni nada de eso, en mi salón todos son unos tontos".

"Mi mamá dice que va a llegar cuando sea más grande" Empezó Valeria de nuevo "Que cuando sea mayor voy a tener a una persona que me cuide y que me ame, pero yo no creo que sea verdad".

"Mi mamá y mi papá se dicen que se aman" Dije yo recordando como se reían diciéndose eso "Yo creo que es algo que solo los adultos saben, nosotras somos grandes pero aún no vamos a saber lo qué es eso".

"Quizás..." Ambas guardamos silencio algunos minutos y sentí como Valeria se movía. Sabía que queria decirme algo más, la conocía mucho.

"¿Qué pasó Vale?" Le pregunté siempre recordando susurrar porque no quería que mi mamá nos castigara sin dejarnos ir mañana al parque de diversiones.

"¿Crees que algún príncipe pueda querer a una princesa como yo?" Me pregunto mi mejor amiga y yo me sorprendí, ¿Por qué no habrían de quererla?.

"Claro que si, ¿Por qué no habrían de quererte?" Le pregunté muy seria sin entender del todo ese tema del amor, ahora ya sabía un poco más porque era más grande y mi mamá hablaba de esos temas conmigo, como por ejemplo, la enfermedad de Valeria, que ahora sabía que no era una nube negra y también hablaba conmigo del amor, me decía que un día encontraria a un chico lindo para que fuera mi novio. Pero yo odiaba a los niños, ¿Cómo iba a lograr que me gustaran? Quizás era algo que solo los adultos comprendían.

Ojos Del Corazón | Adaptación YuleriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora