Ojos Del Corazón | Adaptación Yuleria

- Capítulo VI -

24 de diciembre de 2005.

Once años atrás.

Escuchaba los villancicos en toda la casa mientras Dani, la hermana de casi dos años de Valeria se reía en brazos de Mireya mientras veía las luces del árbol de navidad cambiar y a mis abuelos bailar junto al arbol. Mi mamá estaba con mi nueva hermanita Olivia de un año sentada en el sofá hablando con la mamá de Valeria, y mi hermano Josué estaba jugando con el nuevo videojuego junto a mi papá.

Definitivamente aquello era una verdadera fiesta, escuché a Bubby ladrar y me giré viendo a Valeria llegar de nuevo a mi sala de estar, había ido al baño y aunque quería acompañarla ella me había dicho que podía sola. Una sonrisa enorme adorno mi rostro mientras me levantaba a su encuentro, sabía que cuando había música y sonidos fuertes le era difícil ubicarse porque perdía un poco su sentido del oído, entre tanto ruido, corrí a su encuentro y cuando la tomé de la mano ella me sonrió acariciándome la mano con su pulgar. La sensación fue increible y mi corazón empezo a latir alocado dentro de mi pecho, me acerqué a Valeria un momento y le susurré al oído.

"¿Quieres ir al jardín un momento?" Cerré los ojos sintiendo su olor pero rapidamente me aparté asustada por esas nuevas sensaciones que no entendía.

"Me gustaría" Me respondió ella asintiendo mientras yo la tomaba de la mano haciendo algunas señas hacia mi mamá que nos observaba, para avisarle que estaríamos en el jardín, ella asintió y yo ayudé a Valeria hasta llegar a la puerta de atrás.

Unos minutos después la ayudé a sentarse en uno de los escalones y Bubby obedientemente se recostó a su lado, la observé un momento a la luz de la luna, de las luces que brillaban como adornos navideños en mi jardín, era una hermosa vista sin duda. Ese día Valeria estaba preciosa, su falda roja, su camisa blanca con un lazo rojo y un gorro de navidad. Yo había optado por un pantalón negro, una camisa blanca con una bufanda roja, una chaqueta y no había olvidado el gorro de navidad que Valeria me había regalado nuestra primera navidad juntas donde se leía Y+V = 4E, que era idéntico al que ella usaba.

"¿Me describes la noche?" Me preguntó Valeria observando hacia el frente, pero yo la estaba viendo a ella.

"Es hermosa..." Dije sin prestar atención a nada que no fuera ella.

"Sin duda lo es" Valeria sonrió "¿Puedes ver alguna estrella?"Yo simplemente salí de mi ensoñación y dirigi mi mirada al cielo que cubría Miami.

"El cielo esta despejado y plagado de estrellas" Empecé a narrar y la escuché suspirar.

"¿Cómo son las estrella?" Me preguntó, tomé su mano entre las mías viéndola con cariño.

"Son pequeños puntitos como los de la escritura Braille, esos puntitos se encuentran en el cielo y brillan mucho, pero nada brilla más que la luna, que es un gran circulo dibujado en el cielo" Gire la mano de mano para le dibujarle sobre la palma un círculo haciendo reír.

"Redondo" Dijo Valeria sonriendo mientras yo la observaba fijamente y con mi mano libre le acomodé el gorro haciéndola reír.

"Hay muchas luces de diferentes colores que mi mamá tiene colgado sobre el jardín y hacen que el verde de las plantas se vea tornasol".

"Debe ser muy hermoso" Respiré hondo pensando en que definitivamente si era hermoso, Valeria una de las chicas más hermosas que había visto en mi vida.

Las dos habíamos cambiado mucho, habíamos crecido y hace unos días cuando mi periodo llegó, lo cual me asustó mucho, había recordado las conversaciones con mi mamá acerca de ese día y como mi cuerpo poco a poco iría cambiando hasta convertirme en una mujer. Valeria aún no había pasado por eso, porque de ser así, me lo hubiera dicho cuando se lo dije hace unos días atrás.