XX

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❛Me miraba físicamente a través del espejo gigantesco que se encontraba en este cuarto, mis manos estabas esposadas a la mesa y verdaderamente me sentía cansado. Ya ha pasado un mes completo después de mi encarcelamiento injusta. Llevaba puesto pantalones y una camiseta de color naranja, llevaba una barba horrible y mi pelo había crecido más. Estaba pálido y cansado, la comida de aquí era prácticamente un asco.

Entonces veo como Ed entra seriamente, él se sienta frente de mí y da un suspiro.

—¿Sabes que es más frustrante de no tener ninguna novedad sobre este maldito caso? Que después de que testifique el guardia de seguridad y Eddy, que ha despertado hace días y no presentan algo que valgan la pena tú iras a prisión de por vida. Algo que me alegrará mucho—dice seriamente—Que hagan pasar al sr. Oliver.

Entonces el guardia de seguridad del edificio donde vive Jess entra, él me mira consternado, luego se sienta frente de mí. Había un silencio y aquello me había puesto nervioso.

—Bien, Oliver—otro policía entra, a aparentemente es el fiscal debido a la formalidad que llevaba—¿Reconoce a este chico?

—Claro que sí, había pasado noches viendo a la joven Jessi, claro que lo recuerdo. Hubo un largo tiempo que no sabía de él—dice mirándome.

—Dylan McCoy está aquí por el asesinato de la joven Lisa Coss, Lance O'Neal y Sarah Walker y fue el culpable de haberle disparado—dice Ed seriamente mientras me miraba.

—¿Qué? Este no es el chico que me disparó. Estaba recién llegando del baño cuando entonces vi a un chico rubio más alto que él. Ese chico estaba perturbado, serio... estaba muy mal cuando bajo, me acerqué a él y entonces cuando vi que estaba cubierto de sangre. Le corté el hombro derecho con mi navaja y luego me disparó—dice confesando lo que ha pasado.

—Pero... cómo es eso posible—dice el fiscal, quien sabe que mi herida en el hombro de encuentra en mi hombro izquierdo. Soy inocente.

—Porque no soy el asesino. Te lo he dicho más de una vez—digo con esperanzas—Por favor, necesito salir de este lugar.

Entonces luego de quedarme unas cuantas horas estando solo, dos oficiales junto a Ed entran, uno de los oficiales me quita las esposas y Ed solo me miraba seriamente. ¿Estoy libre?

—Estás en libertad, Eddy confirmó que no eres tú el asesino. Pero tampoco dio declaración de quien fue... está cubriendo al responsable y eso puede causarle problemas—dice cruzándose de brazos.

—Yo hablaré con él. Otra cosa ¿y Jessi? ¿Dónde está? —digo levantándome mirándolo fijamente.

—Jessi está fuera de la ciudad. No pudo con todo esto y se fue a alguna parte de Canadá. No nos ha dicho nada, solo nos manda mensajes y notas de voz, pero está bien—dice tranquilizándome. ❜

Mi estomago no dejaba de rugir, el hambre era insoportable, entonces veo a Derek entrar con una caja de pizza, él me sonrió y dejó la pizza sobre la cama. Se acercó a mí y lentamente me estaba quitando la cuerda de mis manos, como lo hacia casi todo el tiempo. Había olvidado cuanto tiempo llevaba encerrada, para mí todos los días eran lo mismo, eran eternos y no importaba que tanto le pedía de Derek que me dejara ir, él no lo hacía.

Tan pronto me desata la cuerda me arrastro rápidamente hacia la caja de pizza, la abro y cuando pensé que había algo me encuentro con la decepción de que no hay nada adentro, miro a Derek confundida y él sonríe burlonamente.

—Cuando vivía en la calle, siempre pasaba hambre. Tú jamás has pasado hambre y se me ocurrió la maravillosa idea de no alimentarte hasta que se me pegue la gana—dice mirándome burlonamente—Y lo disfruto, es mejor que matarte. Creerme.

Placeres y Venganza © *EN EDICIÓN*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora