Capitulo 1

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Florencia estaba en su baño, duchándose, el agua caliente le caía en el cuello y descendía por su espalda tomando todas las curvas de su cuerpo, hasta llegar a sus pies.

Salió de la ducha, todo el baño invadido de vapor, agarró una toalla y limpió el espejo, el cual estaba todo empañado. Se ve, ve a una chica de mediana estatura, pelo corto, ojos claros, delgada pero con suficiente delantera, inocente, esa era ella. Hasta que salió del baño. Todo pasó tan rápido que no pudo reaccionar, alguien la había cogido, no alcanzó a ver quien era, cuando ya tenía algo en la cabeza, una especie de saco negro, no podía ver nada, pero sí sentir. Le quitaron la toalla y unas manos comenzaron a recorrer su cintura . Nunca había estado tan asustada, solo tenía quince años.

Apenas podía respirar, ahogada, sintiendo estas manos que la manoseaban más y más...

No podía gritar por el miedo que la consumía, lo que sí intentó fue pegarle o escapar pero a cada intento fallido, se ponía más agresivo.

Ella siempre pensó que en un momento así sabría qué hacer y como escapar. Pero cuando pasó, fue muy diferente de como lo pensó.

No ha vuelto a ser la misma chica inocente de antes. Antes de esto era alocada, le gustaba hablar con chicos y siempre se reía más de la cuenta. Pero después todo cambió, no hablaba con nadie, le temía a todo.

Pasaron dos años y seguía igual. Sus padres muy preocupados por ella, intentaron ayudarla, pero se cerraba a todo, no confiaba en nadie.

Se mudaron cuando ella tenía diecisiete años. Sus padres creían que así tal vez se abriría más a la gente. Igual ella lo necesitaba, porque en su hogar se sentía insegura. Aunque le hubieran puesto rejas, cámaras y hasta cerco eléctrico, ella percibía riesgo... Además todos los recuerdos de lo que le había ocurrido habían sido dentro de su casa. En su instituto la empezaron a molestar y a faltarle el respeto.

Cuando se mudaron, ella siempre intentó olvidarse y seguir adelante, pero no podía.

El primer día de clases se levantó de su cama con todas las ganas, se miró al espejo y dijo:

-Yo puedo- se enderezó y sonrió.

No le gustaba mucho el uniforme del colegio porque tenía que usar falda. Cuando se la puso intentó que le quedará lo más larga posible pero no funcionó mucho, la camisa, calcetines, zapatos y al final su abrigo que la acompañaba para todos lados, era suelto por eso le gustaba.

-Vamos Florencia, que vas a llegar tarde- dice su madre.

Se subió al auto muy nerviosa pensando en los compañeros de su ex-instituto.

-Linda- le dice su madre- este colegio te va a gustar, no pienses tanto- le agarra la mano y eso hace que se tranquilice.

El auto se detiene y Florencia se baja, ella permanecía nerviosa pero aún así pasó por las puertas del instituto por donde todos los chicos y chicas entraban riéndose, gritando, empujándose, unos de la mano y ella... Sola, leal a su libro que sostenía con sus dos manos, apoyado a su pecho.

Caminó por un pasillo, abierto por un lado y cerrado por el otro donde se encontraban las salas. Siguió caminando hasta encontrar su sala: "tercero medio A"

Entró. El piso era de madera, las paredes blancas, un ventanal grande por el cual se podía ver hacia fuera y en el techo un tragaluz por donde se alcanzaba a ver un árbol con hojas verdes y por detrás la luz del sol que intentaba pasar.

Unos chicos la empiezan a mirar.

-¿Quién es ella?- dice uno de ellos.

-Y ¿Por qué no le vas a preguntar?-dice otro.

~1616~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora