Capitulo 4

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Tio Liam.

—Lux, levántate!.—hable una vez que entre a su cuarto.

— No, no quiero.

— L-e-v-a-n-t-a-t-e.

Le entrecerre los ojos cuando me tiro una almohada por la cabeza.

— No quiero, ¿que parte no entiendes?.—volvió a taparse hasta la cabeza.

Suspire pesadamente, definitivamente llegaría tarde al trabajo y hoy tenia demasiadas cosas que hacer.

— Lux. Levántate ahora o habrá consecuencias.—volví a hablarle. — Lux estarás castigada, si no te levantas.

Mírate, hasta amenazas como tu madre.

Cállate conciencia.

Que gruñón que nos levantamos hoy Loughty.

—¿No se quiere levantar?.—pregunto Logan una vez que entre a la cocina, negue con la cabeza, mientras me servía el cafe en una taza.— definitivamente, esa niña es TU hija.

— No me recuerdas que es MI hija.

Agarre una tostada y le di la primer mordida mientras que agarraba mi celular y me fijaba los mensajes. Algunos eran de Leigh diciéndome que ayer la paso bien con nosotros, otros de algún que otro ligue que me he conseguido durante la semana pasada. Aunque a ellos no le conteste a ninguno.

— LUX LEVANTATE DE UNA MALDITA VEZ.—grite al ver que ya casi era la hora que teníamos que irnos.

— Buenos días.

Lux entro bostezando, aunque ya cambiada y peinada. Se va a venir una jodida tormenta por culpa de una niña que viene muy cambiada.

— Buenas, ¿que quiere la princesa para desayunar?.— Logan miro a Lux, quien se hacía la que pensaba.Pero ¿quien se creía que eramos? ¿Sus mucamas?.

— No pienses mucho ya nos tenemos que ir.

Fue mi turno en hablar. De verdad llegaría tarde

—No soy bebe para que me des el biberon.—dijo Lux cruzandose de brazos, cuando vio que le puse un poco de chocolatada en su biberon.

Fue hacia una taza, para luego pasar toda la bebida que contenía el biberón, a la taza.

—No.

Hable, cuando vi las intenciones que tenía.

— Si.—contradijo.

— Como quieran, pero sigan la pelea en el auto, llegamos tarde.

Hablo Logan, mientras caminaba hacia su maletín e iba hacia la puerta del piso, saliendo de el.

Suspire una vez más en lo que conlleva la mañana.

Vaya, te gusta suspirar, eh, Loughty.

Cállate conciencia.

Vale, gruñón.

Por mi bien y mi cordura, decidí que ignoraría a mi conciencia. Y espero que en lo largo de la historia, la pudiese cambiar,—que de verdad espero que sea pronto.—

NO SE PUEDE CAMBIAR DE CONCIENCIA!!.

Vale, no me grito o ¿si?.

Lo hice y lo haré siempre.

— ¿Vienes o que?.—pregunto Lux viéndome con sus ojos entrecerrados, desde la puerta.

Asentí y me encamine hacia donde se encontraba, para luego salir junto con ella y cerrar la puerta con llave.

Equipo LDonde viven las historias. Descúbrelo ahora