Al llegar a la Universidad, lo primero que hago es ir a saludar a mis amigas, por el camino voy saludando a algunos compañeros de curso o de talleres que me he encontrado. No soy una persona muy social, pero intento salir de mi zona de confort todo lo que puedo, al entrar a la Universidad esto se ha hecho posible. Al llegar al jardín cerca del edificio, me encuentro con mi grupo de amigas, no solemos compartir las mismas clases por lo que siempre nos quedamos a ver en el jardín.
- ¡Hola! - las saludo.
-Hola Azul- responden las chicas, algunas agitando su mano.
- Oye ¿Esta todo bien? - Me pregunta Claudia- Tienes cara de preocupada.
-Me voy a mudar- Dije sin más.
-Te aviso que no es día de los inocentes para jugarnos ese tipo de bromas- Dijo Lizz, a ella la conocía desde que íbamos en secundaria.
-No es una broma mis padres han vuelto de su viaje y dicen que vamos a mudarnos- Deje escapar un suspiro- Es una gran oportunidad para todos.
En ese momento empecé a contarles lo que mis padres habían dicho, además de que estaba segura de que si era una gran oportunidad para todos nosotros. Mientras les contaba a las chicas sobre ello, más me entusiasmaba la idea, lo único que me daba pesar era dejarlas, despedirme de esta vida
El día en la Universidad fue de lo más tranquilo, discutimos algunas lecturas en clases y su importancia para entender la situación actual del país. Aunque la profesora regaño aun chico por quedarse dormido en clases y gritar que no se lo comiera un oso, fue algo cómico de ver. En uno de los jardines, unos chicos estaban bailando, podía sentirse tranquilidad en el ambiente, aunque unos cuantos estaban corriendo para llegar a sus clases a tiempo. Pasados unos minutos recordé que tenía que pasar por Jeremy, tenía solo diez minutos para llegar a tiempo, por lo que me despedí de mis amigas y les comente que era posible que mañana solo viniera a despedirme.
Corrí todo lo que pude, pues para mi desgracia todos los taxis que pasaban estaban llenos y no llevaba cambio para tomar un camión, llegué con veinticinco minutos de retraso. Me disculpe con su maestra y la directora, le explique a Jeremy que tuve que venir corriendo debido a mi agitación, pero él entendido que a veces se me iban las cabras, por decirlo de algún modo, además de que no se había dado cuenta del tiempo por quedarse jugando con sus amigos... que al parecer se quedaban otro tiempo para tomar un curso de idiomas.
Al llegar a casa, Jeremy salió corriendo a cambiarse para ir a su último entrenamiento de fútbol y yo me dediqué a buscar a mis padres para avisarle que ya estábamos en casa y saber que procedía a partir de ahora. Encontré a mi nana guardando sus cosas en su habitación.
-Hola nana, ya estamos aquí y Jeremy ya está casi listo para su entrenamiento ¿Sabes dónde están mis padres? - pregunte pues no se encontraban en el comedor o cocina.
-están en su habitación, han empezado a guardar sus cosas también, ya he dejado unas cajas y bolsas en tu cuarto para que empieces a empacar, cuando regrese con Jeremy de su entrenamiento le ayudare a guardar sus cosas junto con tu mamá-
-Está bien, se van con cuidado, los veré al rato- Me dirigí camino a la habitación de mis padres para poder conversar con ellos. Mis padres me contaron que era la casa de sus sueños, que se enamoraron de ella cuando la vieron, también que la compañía en la que trabajaba papá estaba teniendo recorte de personal, por lo que decidieron arriesgarse con esta decisión. Al parecer, ese fue mi último día en la Universidad, ya habían dado aviso sobre mi cambio y solo debía ir mañana (de querer) a despedirme.
Al estar al fin en mi habitación me dispuse a guardar mis cosas, empecé con la ropa y después con lo mis libros, se me paso la tarde en ello. Escuchaba como mis padres y mi nana guardaban sus cosas, bajaban cajas y las dejaban en la sala, mi hermano a pesar de todo estaba emocionado y ayudaba a guardar y bajar las cajas que no pesaban tanto. Por un momento me quede pensando en lo que estaba pasando y lo rápido que podía cambiar todo, eran las 3 de la mañana y ya solo me faltaba guardar algunas sabanas y mis cosas del mueble de noche. Me acosté en mi cama y sin más me quedé dormida.
"-Mis papas dicen que no debo hablar con extraños- dice una pequeña niña.
-Pequeña, yo no soy un extraño, pero me alegra que les hagas caso a tus padres- dijo un chico, que para ese momento la niña analizaba intentando recordar de donde se le hacía familiar. – Vamos, te llevare a casa.
La niña aun intentando recordad quien era él, accedió a que la acompañara al sentirse segura con ese chico que aún le parecía muy extraño, él la llevo hasta su casa y se quedó afuera hasta asegurarse que la pequeña se encontrara a salvo."
A la mañana siguiente me desperté apresurada, me di una ducha rápida y vestí lo más rápido que mi pobre ser me permitía, bajé por una manzana, antes de salir me despedí de familia, prometiendo volver en unas horas; quería despedirme de mis amigas así que fui directo a la Universidad antes de que empezaran las clases.
Al entrar a la Universidad, me encamine al jardín donde siempre veía a las chicas, entre un poco de lágrimas me despedí de ellas, sabia que era la última vez que las vería ya que mañana no podrían ir al aeropuerto, aun así prometieron seguir en comunicación.

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Mi Luna (Editando)
Manusia SerigalaAntiguo nombre: "Eres mía" Nombre actual: "Mi Luna" Esta historia esta siendo editada. Atrévete a vivir esta aventura junto a Azul, descubre un nuevo mundo donde las historias de mitos y leyendas cobran vida. Prohibido hacer una copia o adaptació...