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Al llegar a casa me encontré a mi nana preparando lasaña y a mi madre ayudándole con la tarea a Jeremy. Este al verme corrió a abrazarme y me conto sobre su primer día, sus nuevos amigos y las maestras que le daban clases, estaba muy emocionado y yo más que feliz de que lo estuvieran tratando bien, incluso había ganado una estrellita en su credencial el primer día. Cuando mi madre pregunto cómo me había ido conteste que todo salió muy bien y que iba al día con el programa de clases, después subí a mi habitación con el pretexto de hacer un trabajo.

Erick

Estaba recorriendo la manada cuando Castiel me informo que había una extraña en el instituto, es cierto que no me agradan los extraños, así que decidí mañana hacer una pequeña visita al pueblo para asegurarme de que todo estuviera en orden.

Continúe con mi recorrido, asegurándome de que todos en la manada estuvieran bien, la manada es lo más importante en mi vida, mi deber es cuidarlos y asegurarme de que nada malo les pase. Al asegurarme de que todo marcha bien, vuelvo a mi despacho a revisar los acuerdos con la manda del Sur, la cual quería pasar por mi territorio, pero para hacerlo debían cumplir con mis reglas, algunos lobos piensan que pueden usar a las hembras sin mate para satisfacerse, sean lobas o humanas, lo cual en mi territorio estaba prohibido y era castigado con la muerte. Estaba en contra de esa practica al igual que los lobos de mi manada, aquí no era tolerado el abuso de poder contra quien sea, ni siquiera contra los humanos.

Al terminar de establecer mis normas en el acuerdo y hablar con el Alpha de la manada Creciente del sur, para establecer una reunión en los limites de la manada donde antes de pasar firmaran dicho acuerdo, me dirijo al bosque, mi lobo Nick quería salir a correr un rato, algo lo tenía muy inquieto, por lo que no espere más tiempo para dejarlo salir. Al transformarme percibía cada sentido con mayor intensidad, de un momento a otro esta corriendo por el bosque a un destino desconocido.

Me mantuve adentro del bosque para no llamar la atención, a lo lejos podía observar una casa...

-¿Por qué estamos aquí?- le pregunte a Nick, ambos teníamos un enlace mental que nos permitía comunicarnos estando en ambas forma, confiaba en los instintos del mi lobo.

-¿A caso no hueles eso?- pregunto como si no fuera obvio.

De la casa salió una hermosa chica, cada vez se acercaba más al bosque, parecía decidida y tuve que usar todo el autocontrol que tenia para no saltar sobre ella, aun no. Ella se detuvo un segundo, como si se debatiera entre adentrarse o no, pero al final siguió caminando y se adentro en el bosque, me agache para que no pudiera verme y la seguí por un rato, mi autocontrol estaba a punto de valer una mier... cuando de pronto ella volteo a verme y sí, Nick saltó sobre ella. Olía a menta con un toque de chocolate, podía sentir su pulso y su cuerpo temblar debajo de mí.

Ella estaba en Shock, no se movía y no había gritado, solo me observaba y puedo jurar que maldijo una vez antes de quedarse sin habla. Intente juntar toda mi fuerza y control para alejarme y volver a mi forma humana, lo conseguí después de un rato donde le decía una y otra vez a Nick que no la dejaría ir.

Azul

¡Demonios, demonios, demonios! No podía moverme ¿A quien se le ocurre probar al destino una vez más para saber si todo esto era real? A mí, por ello estoy en esta terrible situación, con un lobo a punto de cenar me, lobito te juro que tengo muy mal sabor... Espera ¿Por qué se aleja? Bien, creo que la vida me ha dado una segunda oportunidad, así que patitas para que las quiero. Me levanto lo más rápido que puedo y salgo corriendo por donde recuerdo que llegue aquí, de un momento a otro siento que alguien me está siguiendo, pero me niego a voltear... quizá debí hacerlo porque no pasa mucho cuando alguien me agarra del brazo y detiene mi huida.

¿Alivio? Alivio es lo que sentí cuando al voltear me encontré con un joven de no mas de veintipico de años, era atractivo, su cabello era oscuro como la noche y tenia unos ojos igual de oscuros, al sentirse detallado él esbozo una sonrisa y santa sonrisa señores.

-¿Pensabas escapar del lobo?- bien, con eso he regresado a la realidad.

-Déjame ir, por favor- dije intentando soltar mi brazo, por lo que él aumento un poco el agarre lastimándome, aunque cuando se dio cuenta de que me estaba haciendo daño aflojo el agarre de inmediato, pero sin llegar a soltarme.

-No puedo dejarte ir, debes saber que eres mía, eres mi luna. -dijo, no podía hacer nada mas que  abrir los ojos a mas no poder dé la impresión- le perteneces al Alpha- y bien, de acuerdo a lo que había escuchado, estaba perdida.

Mi Luna (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora