En donde Olivia llega a un lugar totalmente desconocido para ella tratando de buscar respuestas a su paso. No imaginaba toda la verdad detrás de donde estaban ella y sus amigos.
La verdadera prueba aún no comenzaba. ¿Podría enfrentarse a todas las...
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El pequeño sitio en donde estaba se sentía cálido pero poco cómodo. La chica de cabellos dorados permanecía sentada en lo que parecía ser un catre. Observó la pequeña habitación que según le había dicho Alby cuando la llevó, era el sitio donde curaban a los enfermos. El cuarto era pequeño, con algunas cuantas cosas, entre esto tenían una especie de camas que estaban hasta el momento vacías.
Ella tocó su frente la cuál estaba cubierta con una vendita, el dolor aún permanecía pero no era tanto y según lo que le había dicho el chico que la atendió podría vivir con eso.
La niña se llevó las manos a su espalda e hizo un movimiento que le hizo tronar algún hueso, a decir verdad le había dolido más cuando aquel rubio la derribó mientras iba corriendo que el haberse golpeado la frente en el duro metal.
Las preguntas sin respuesta aún llenaban su mente ¿Quién era ella? ¿Cómo llegó allí? ¿Quines eran todos esos sujetos? ¿Porque había peligro detrás de los muros? ¿Cuánto tiempo llevaban estas personas aquí? Todas esas preguntas crearon una neblina de incertidumbre que no podía despejar.
La puerta de la pequeña choza se abrió y el chico que la había atendido apareció de nuevo en su campo de visión con una amigable sonrisa.
—¿Ya no hay tanto dolor?—él preguntó.
Era alto, moreno y bastante delgado. Se había presentado ante ella como Jeff y dijo que le atendería esa herida. Ella también se hubiera presentado con él si no fuera porque no recordaba nada acerca de ella. A simple vista el chico parecía ser amigable.
—Poco.—respondió la chica brevemente mirando a sus propios pies.
Jeff le había dado una pastilla que ella tomó tras saber que era para que no sintiera ningún dolor.
—Eso es bueno.—comentó Jeff colocado ambas manos sobre su cadera—En un momento vendrá Alby para hablar contigo.
La rubia alzó su vista del suelo en donde había estado viendo con atención las botas que ella traía puestas. Miró a Jeff y entonces le dijo:
—En lo que viene... ¿Tú puedes decirme que es este lugar?
Trató de indagar con él, ya llevaba casi media hora ahí siendo atendida por Jeff, el cuál se había portado bastante amable, incluso le había sacado varias sonrisas con comentarios que hacía.
Alby le había dicho que respondería todas las dudas de ella pero en su lugar se había marchado a quien sabe donde y la había dejado con muchas preguntas rondando por su cabeza.
Jeff negó cruzandose de brazos.
—Eso no me corresponde a mi novata. —respondió y la rubia frunció el ceño por el apodo.—Alby es el que se encarga de responder todas las dudas de los novatos.
