𝐅𝐥𝐨𝐰𝐞𝐫𝐬 𝐅𝐨𝐫 𝐘𝐨𝐮 ! ♡|| 𝐂𝐡𝐚𝐞𝐋𝐢𝐬𝐚

★♡Capítulo 16★♡

[I'm so sorry]

Los días habían transcurrido, la rubia aún se encontraba hospitalizada y Lisa se había encargado de ir todos los días a hacerle compañía, llevaba flores y, aquellas veces en las que no se podía quedar se tomaba el tiempo de escribir una nota y dejarla, como si aquella rubia la fuera a leer.

A Lisa la carcomia la culpa cada que miraba a la señora Park, a pesar de que está había dicho que no era su culpa, le había pedido perdón hasta de rodillas, pero la señora solo se limitaba a abrazarla y decir la típica frase "Está bien, no es tu culpa" Lisa había escuchado demasiadas veces aquella frase, pero algo dentro de ella no lo sentía así.

[2:30 A.M]

Lisa se había quedado dormida en una de aquellas tantas visitas que solía hacerle a la Rubia, lo que no esperaba era recibir una llamada a tales horas.

— Lisa. - El oxígeno se quedó atorado en su garganta, su piel se erizo y su respiración se cortó. Esa voz, ese tono, todo en el hacía que su cuerpo temblase de miedo.

— Ya sabemos dónde estás, Jackson ira por ti, pasarán a la casa de los Kim por tus cosas, y no quiero lloriqueos, tu te lo buscaste.

Dichas aquellas palabras con tal frialdad el teléfono fue colgado, dejando escuchar tan solo un interminable "bip bip.." Lisa giro su rostro para ver a la tierna rubia a su lado, sorprendiéndose al verla intentar abrir sus ojos.

— Rosé.. - Soltó de manera aireada, sintiendo su corazón latir con rapidez entre la emoción y el miedo ¿Por qué ahora?

— ¿Quien eres? - La voz ronca de la chica por fin hizo presencia, pero la pelinegra no esperaba que eso fuera lo primero que le diría. Su corazón se detuvo y sintió como se partía en mil pedazos, tal vez merecía esto.

Salió del cuarto sin responder las dudas de la chica, sus ojos buscaban alguna enfermera a la cual avisarle sin embargo se encontraron con los ojos que menos quería ver en estos momentos. Jackson Wang, chófer de la familia Manobal y mano derecha de su padre.

— Lisa, regresas temprano. - Exclamo con sorpresa la Kim menor, pero al final su mirada tras la de cabellos cortos entendió todo.

— Solo vengo por mi cosas... - La castaña le dio espacio para que pudiera pasar fijando su vista en el auto lujoso que estaba fuera de su casa. Ya no había nada más que hacer para ayudar a su amiga.

— Gracias por haberme dado lugar en tu casa Jennie. — Suspiro abrazando a la chica, la castaña apretó su cuerpo, tenía un mal presentimiento, un muy mal presentimiento.

— No hagas esto parecer una despedida. — Exclamo en un intento de broma, logrando que la pelinegra soltara una pequeña sonrisa.

— Señorita Kim, lamento interrumpirlas pero se hace tarde.

Y así se marchó Lisa, con la cabeza baja y las emociones a flor de piel, su cabeza era un remolino, estaba asustada pero también feliz. “Lo siento tanto Rosé, no podré pedirte perdón adecuadamente."