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Las llantas del jeep derrapaban con firmeza en el asfalto, lo cual significaba que ya estaba cerca del loft de Derek.
Habían quedado en tener una noche de películas, maratón de Star Wars como petición del castaño, y se le había hecho tarde.

No le culpen, se le había ido la tarde mientras investigaba el problema de brujas que tenía la manada, y terminó por quedarse dormido por exceso de información.

Salió disparado de su carcacha para entrar como alma que llega al diablo al loft, con la llave que el moreno le había dado.
En un parpadeo llegó al living, y antes de que todo su discurso de disculpas y la extensa explicación de su tardanza saliera de su boca, miró a su novio completamente dormido, abrazaba un balde de palomitas y la tele mostraba una nave espacial.

—Pero si sólo me tardé quince minutos... —habló para sí mismo el castaño, acercándose al sofá donde estaba su novio para acurrucarse a su lado. —Debes de estar cansado, Sourwolf. —susurró dejando un beso en su mejilla.

Apaga la televisión con el control remoto y toma una sábana para cubrir a ambos en el sofá cama para descansar.
Quedando dormido al instante al sentir la presencia de su compañero tan cerca.

[...]

El movimiento constante en la cama, y unos murmullos ahogados despertaron al chico de lunares, quien miró al hombre lobo que dormía a su lado.

—¡No! Laura... —balbucea con miedo el moreno. —Papá, mamá, salgan... Por favor. —el rostro del Hale se llena de lágrimas mientras se retuerce lleno de horror.

—Derek, despierta. —lo mueve el castaño, tomando su rostro entre sus manos. —Vamos, Der, despierta. —le ruega, hasta conseguirlo. Los orbes verdes bañados en lágrimas se encuentran con los mieles que mostraban una preocupación palpable. —Tranquilo, sólo fue una pesadilla. —trata de calmarlo mientras besa numerosas veces el rostro del contrario.

—No sólo fue una pesadilla, Stiles, es mi realidad... —su voz se quiebra. La mirada llena de dolor que le dedica al Stilinski lo hace llorar. —No llores, pequeño. —pide Derek entre sollozos, pero el castaño opta por abrazarlo y terminar durmiendo abrazados, hasta la última lágrima.

Si tan sólo Stiles pudiera hacer algo...

[...]

Y si que podía.

—Vamos, Deaton, tienes demasiados polvos y cosas raras para matar y curar criaturas. Tienes un poder como emisario muy grande, haces hechizos y cuánta cosa. Tiene que haber una manera de poder viajar en el tiempo. —intenta convencer el castaño.

Luego de desayunar con Derek en el loft, y que su novio saliera a entrenar, vino a toda marcha a hablar con el veterinario del pueblo.

—No es que no pueda, es que no debo, Stiles. —intenta hacer entender al muchacho. —El tiempo ya está así, no debemos cambiar el destino, puede ser desastroso.

—¡Ajá! Dijiste puede, no estás seguro de que salga mal. Sólo voy a evitar algunos sucesos, la muerte de Paige y el incendio de la familia Hale. —dice simple, recibiendo una mirada fulminante del moreno. —Okey, si son cambios importantes, pero no sabes lo mucho que Derek se culpa de eso, por favor.

—Esa no es razón suficiente para comprometer el bienestar del espacio tiempo.

—¡Claro que lo es! Maldito insensible, si Derek sufre yo sufro, si yo sufro no estoy de humor, si no estoy de humor no investigo, y si no investigo adiós estabilidad del mundo sobrenatural. —amenazó intentando verse rudo, fallando al verlo reír.

—No seas dramático, Stilinski.

—Vamos, Deaton, prometo no evitar que nazcas o algo así por el estilo. —habló, mirándolo piadoso.

—No es no, Stiles. —dijo ya serio el emisario. —Y si me permites, voy a atender a un chihuahua con crisis de nervios. —se puso de pie para retirarse. —No olvides dónde está la puerta. —y se fue.

Dejando a una indignada chispa, rodeada de polvos mágicos y un sinfín de cosas sobrenaturales.

Bueno, si tú no quieres llevarme...

Un viaje que lo arregla todo /SterekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora