Sexto año había concurrido sin muchos problemas. Hubo un par de noticias, como el hecho de que tenían una nueva profesora de Herbología, Pomona Sprout, o el hecho de que Lucius Malfoy le había pedido matrimonio a Narcissa aunque, siendo sinceros, aquello había ocurrido los últimos días del verano.
Por lo pronto, Cass y Severus conversaban en la biblioteca, durante uno de los pocos recesos que ambos compartían.
—No creo que haya algo de lo que debas preocuparte. —le aseguró Severus a Cass, después de que ella le contara sus preocupaciones sobre el comportamiento errático de Regulus, respecto al Lord—. Lucius confía en él y en su causa.
—Sé lo que piensa Lucius. Pero, ¿no crees que es demasiado alboroto? Sinceramente, pienso que retrocedemos como sociedad en lugar de avanzar. Se supone que deberíamos considerar a los muggles equivalentes a nosotros, no inferiores.
—Abraxas ha dicho que nos hemos escondido por mucho tiempo. Y yo estoy de acuerdo. No creo que sea justo que los magos debamos vivir en el exilio.
Cassiopeia frunció el ceño.
—Pero no lo hacemos- —la interrumpió.
—No, solo nos escondemos de casi todo el país.
Severus se enfocó en su libro de pociones frente a él. Había estado haciendo anotaciones en los márgenes, causando que casi toda la página estuviera cubierta de tinta. Cassiopeia dejó el tema por la paz. De todos modos, creía que, en cualquier momento, la causa antimuggle se debilitaría.
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En navidad, los Malfoy decidieron invitar a varias familias de los sagrados veintiocho a cenar. En parte para celebrar dicha celebración y también para celebrar el compromiso de Lucius y Narcissa.
—Confío en que pasará lo mismo contigo y Severus, algo me lo dice. —Le confesó a Cassiopeia cuando ella se acercó a felicitarla—. Pero deberás tener en cuenta que tu estatus se rebajará.
Cassiopeia se encogió de hombros.
—La verdad no me interesa mucho aquello. —Sonrió—. Y creo que hay esperanzas. Antes de volver a Hogwarts escuché a mis padres hablar de Severus.
Cissy alzó una ceja.
—¿Cosas buenas, supongo?
Cass asintió, luchando por ocultar una pequeña esperanza que ardía en su pecho. Cissy sonrió, tratando de hacer lo mismo. Años atrás, cuando recién entró a Hogwarts, creía que Narcissa era el tipo de chica en el que ella nunca se convertiría. Pensaba que era una persona demasiado ocupada en su apariencia y superficial. Se preguntó internamente qué pensaría Cass de 11 años al saber que Cass de 17 años pasó casi cuatro horas frente al espejo, maquillándose para que su novio la pensase bonita.
—Severus está invitado a la boda. Abraxas se siente un poco responsable acerca de él. Aparentemente, él y la madre de Severus eran cercanos.
Cassiopeia levantó las cejas con sorpresa. Tomó un sorbo del Pétalo de Terciopelo que Bella le había dado para el brindis. Cassiopeia nunca antes había bebido alcohol, pero se alegró de que la primera vez que lo hacía éste tuviera un sabor relativamente dulce. Su padre, a veces, bebía whiskey de fuego y el olor era demasiado fuerte comparado a la bebida en su mano.
—Tengo entendido que mi madre también. —comentó Cass. Por la vista periférica, notó que Elena se acercaba.
Lucius le hizo una seña a Narcissa cuando los Crouch llegaron. Se habían convertido en una de las familias más importantes de aquellos días. Mucho se hablaba de que Barty Crouch debía ser elegido como el próximo ministro. Narcissa se excusó con Cass y justo en ese momento Elena llegó al lado de su prima.
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Tales Of A Lost Prince And A Forgotten Daughter
FanfictionCassiopeia Black y Severus Snape se conocen en sus primeros años en Hogwarts. A pesar de sus diferencias, forman un vínculo poco probable, atraído por el sentimiento mutuo de ser diferentes a los demás. A medida que aumentan las tensiones en el mund...