esperaba el autobús para regresar a casa, al parecer era la única ya que la parada estaba fríamente vacía. un carro color negro no muy nuevo se paro frente a mi; los vidrios bajaron poco a poco, yo estaba muerta del suspenso, me habían dicho miles de personas que cuando pasa eso es peligroso ya que el sujeto que va adentro podría hacerte daño, tere y papa me advertían una y otra ves que nunca me subiera en un auto de un desconocido y aun que fuera conocido igualmente... también unas cuantas películas de terror no me ayudaban en esta situación.
las ventanas bajaban en cámara lenta (maldición maldición no no pensaba).pero cuando bajo por completo vi una cara familiar
-ana hija que haces sola?
-o señorita Beatriz - la psicóloga de la escuela- nada solo espero el bus para volver a casa
-pero es tarde-
mi mi reloj de mi muñeca... 4:56 pm... no era tarde-si bueno no importa-conteste
-déjame llevarte a casa-dijo con una cálida sonrisa que brotaba confianza
-sabe... estoy muy bien aquí esperando. estaré bien-
-ana tranquila se que te han dicho que no te subas a carros de extraños no importa, puedo llamarle a tu madre para que veas que no tienes que temer y le diré que te llevare a casa- maldita bruja, me llevara a la fuerza, mejor era no llevarle la contraria
-en verdad no es necesario-no no me movería de aquí
-entonces le llamare a tu madre-su voz cambio de tono. saco su celular de la cartera y marco, acerco el celular a la ventana- este es tu telefono verdad? yo se que si entonces le llamare ahora
maldita sea, era lo ultimo que quería, no me había escapado de casa para que una señora que no conozco le marque a mi madre y que se enterase que su hijita se había fugado.
-señorita, no es necesario que le llame a mi madre-insistí
-entonces puedo llevarte a tu casa?-
-de acuerdo- cedí en un intento fallido de mantenerme dura.
entre al auto ella dirigió una sonrisa y empezó a conducir, llevaba una blusa rosa, unos jeans y guantes de terciopelo largos. ¿por que guantes?, las personas tienen diferentes tipos de vestimenta.
después de unos pocos minutos de camino le pregunte sobre lo de los guantes a lo que la escuche titubear varias cosas, yo repetí la pregunta pensando que no me había escuchado, su sonrisa se volvió a unos labios temblorosos esforzándose por no moverse de su lugar tragando saliva, una imagen aterradora -ana todos tenemos razones por hacer algo-contesto
-solo quiero saber por que usa guantes si usted viene de trabajar- sus ojos se desorbitaban, fije mi mirada a su rostro y algo me estremeció de el, no era tan joven como antes, parecía alguien vieja, cansada y con una mirada loca.
-llegamos-interrumpió mi concentración.
era mi casa frente a mi, ¿como sabia mi direccion?.
-¿como sabe mi direccion?- eso es un poco perturbador yo no le había dicho nada sobre a donde dirigirse, no había abierto la boca sobre mi direccion.
-tu madre me invito a su fiesta y en la invitación venia la direccion-saco la invitación, yo la tome para observarla, si si era la invitación, la que yo había "diseñado", con color turquesa y dorado para los bordes. pero no recordé haberla visto en la lista de invitados.-ya puedes irte, saludas a tu madre por mi parte..y te encargo que hagas algo de beneficio, sube a tu cuarto y limpialo-
-¿mi cuarto?-mi cuarto, mi cuarto estaba subiendo las escaleras
-puedes tirar todos tus peluches como por ejemplo, tu oso que tienes ya hace años-
-¿mi madre le dio información sobre mi?-
ella contesto son preocupación, como si ya lo hubiera dicho antes a otras personas-no ana recuerda que no tengo permitido tener información sobre las personas que les doy tere...- se pauso, como si hubiera cometido un error, voltio a verme sin ninguna expresión.
estaba anonadada, me contuve de valor,y rápidamente le arranque el guante de su mano derecha dejando al descubierto su mano; el tiempo se detuvo, su mano era fría, larga, blanca totalmente blanca y huesuda... yo había visto esa mano, pero no recordaba donde
-!ana¡-grito
salí corriendo del auto y grite -¡adiós señorita nos vemos mañana!- entre rápidamente a casa, cerré todas las puertas a mi paso, corrí a mi cuarto y me aventé a la cama, mi corazón no paraba de latir, mis reflejos estaban al cien, cada movimiento que había en aquella habitación lo veía, tenia un terror horrible que no me dejaba descansar ni por un segundo.
-¡tere!-grite-¡tere ¿estas qui?!-nadie contestaba ni por mas que gritaba una y otra ves, sentí miedo y pánico, corrí a todas las habitaciones de la casa, nunca había notado que la casa donde vivía era mas grande que otras, tenia cinco habitaciones, cocina, comedor, y sala, aparte los baños que también recorrí buscando a tere o algún monstruo que se encontrara.
-!ana?¡-contesto
-!tere ¡donde estas?
-!ana¡-
-!tere¡-espera, esa no era la voz de tere, volví a gritar para asegurarme-tere?- estaba en la cocina, vi la mesa de madre y había una nota:
ana se que saliste a escondidas, regrese antes de lo previsto se que estas bien, tuve que salir y mi cargador del teléfono se descompuso por eso no pude llamarte, cuídate atte tere
-ana¡-grito esa voz desconocida
-quien eres?-pregunte temblorosa
-!auxilio ana ayúdame¡ !sácame de aquí¡-gritaba dolorosamente
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Ana
Teen Fictionana philips, una simple adolecente que experimenta una horrible sensacion de odio y miedo todos los dias. ana crecio sin una madre, su padre cuido muy bien de ella, hasta que se caso con teresa, una joven mujer muy buena que solamente queria lo mejo...