Mi salvación. {Young Miko}

Capitulo uno: Encuetro inesperado.

HOLA, thank you so much por el apoyo en mi otra historia. Disfrútense esta historia que la hago con mucho amor (Amor a las lesbianas) 😜😜😜💖

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Me sentía tan cómoda en mi cama, no había casi nada de ruido, solo el sonido del clima prendido en 18 era lo que se escuchaba. Estiré mis brazos sobre mi cabeza y jadee al sentir un par de huesos tronar. Froté mi rostro con ambas manos y me senté sobre la cama. Es la primera vez que me despierto sin ayuda de mi alarma.

Era algo extraño, yo soy malísima para levantarme temprano. Estiré mi mano para tomar mi celular de mi mesita de noche y lo encendí.

"5 llamadas perdidas de "Mari Mari🫶🏻"

Coño, ¿pue' que horas eran?

Miré la hora y me espanté. La mañana me recibió demasiado tarde. Puñeta , tendría que estar desayunando ahora mismo.  Mi alarma había vuelto a fallar.

Ya decía yo que no podías ser tan responsable como para levantarte por tu propia cuenta.

¿Gracias?

Me levanté de mi cama rápidamente, llevándome las sabanas enredadas en mi cuerpo, las iba quitando mientras me acercaba a mi closet para sacar algo de ropa. No tenía muchas ganas de ir al colegio, pero era la primera semana de clases, tenía que ir. Además, mis padres no me dejarían faltar. Lo único bueno era que toda esta semana sería sin uniforme.

—¡Vicky, mi niñ- ¡¿Aún no estás lista ?!—Mi mamá entró a mi habitación sin avisar, terminé de colocarme la camisa color blanca con manchitas rosadas y la miré con una sonrisa nerviosa.— Tu padre ya está por irse, no vas a alcanzarlo.—Puso sus manos sobre su cintura, como siempre hacia cuando algo no le parecía bien.

—Me iré con Mariana y Mauro, ¿está bien? Ya casi termino.—Corrí hacía el baño sin esperar su respuesta para terminar de alistarme. Lavé mi rostro y cepille mis dientes. De maquillaje igual fue rápido, no tenía tiempo. Me puse algo de rímel y un eyeliner sencillo, un poco de gloos y salí hacia la cocina.

—¿Y tú mochila ? .—Juan, mi hermano menor me miró con una ceja encarnada desde el desayunador.

—Mierda.—Maldije por lo bajo y volví a la habitación. Tomé mi mochila y metí todo lo que necesitaría para hoy. —Okey, llevo mi teléfono , money, cuadernos, lapiceros y creo que no me falta mas nada.—Hice el conteo en voz alta para estar mas segura.

—¿Segura?.—Giré hacia atrás para encontrarme nuevamente con mi mamá, tenía mi hoodie en sus manos. Me lo lanzó y yo lo atrapé en el airé.

—Gracias, te amo.—Me acerqué para dejarle un beso en la frente y pasarle por al lado. Llegué a la cocina para tomar un poco de desayuno, pero no me dio tiempo de nada para cuando escuché el coche de Mariana afuera. Miré desesperada hacia todos lados buscando que agarrar, hasta que ví el plato de mi hermano lleno de waffles con fruta.— Gracias, te amo.—Tomé uno y corrí a la puerta principal.

—¡HUELEBICHA! .—Juan me gritó desde su lugar, pero lo ignoré, era muy tarde como para ponerme a discutir por un waffle.

Cerré la puerta y corrí hacia el coche de color negro donde me esperaban mis dos mejores amigos de toda la vida. Mauro y Mariana.

—¿Te levantaste tarde?.—Mauro se pasó al asiento de atrás dejándome la puerta abierta en el copiloto.— Mariana estaba que te dejaba aquí.—Rió una vez que estuvimos todos montados en el coche.