Mi salvación. {Young Miko}

Capítulo 6: Pijamada.

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Vicky Pov's:

Emilia estaba sentada sobre mi cama, mirando hacia la nada, desde que bajamos del auto hace 15 minutos no ah dicho ni una sola palabra. Empezaba a preocuparme por ella.

—¿Tienes hambre?

—¿Puedo...uhm.—Aclaró su garganta.— ¿Puedo darme un baño? Realmente lo necesito.

Ladee mi cabeza intentado descifrar su mirada tan perdida, pero al no lograrlo solo asentí y abrí la puerta del baño dentro de mi habitación.

—Puedes usar todo lo que gustes, estás en tu casa.

Tomó su mochila y se metió al baño, no sin antes susurrar un pequeño "Gracias" Asentí y salí de la habitación para darle más privacidad.

¿Qué? Ya cogimos pero aún así no nos conocemos. Estaba siendo lo más respetuosa posible, aunque mi idea principal era meterme entre sus piernas cuando escuché que buscaba donde quedarse. Ahora estaba más interesada en saber que le sucedía.

Me adentre a la cocina para preparar un snack sencillo para ambas. Mis papás habían salido y no volverían hasta dentro de dos días, y mi hermano menor entraba y salía de la casa como si fuera el mismo aire, a veces me asustaba lo sigiloso que era.

—Usé tu perfume, espero no te moleste.—Levanté mi vista de mi celular encontrándome con la morena con la misma ropa con la que llegó, su cabello húmedo y un poco más despierta que antes.

—Está bien.

Dejé mi teléfono a un lado y me crucé de brazos, analizando cada movimiento que hacía. Se sentó frente a la mesa y suspiró.

—Tu casa es muy linda, esta todo muy...—Miró a su alrededor lentamente.— Ordenado y limpio.

—Uhm, mi mamá ama limpiar la casa.—Me senté a su lado acercándole algunos mini sándwiches y algo de fruta.— No sé si te gusten, pero hice esto para que comamos por lo pronto.

—Está perfecto, gracias.—Me sonrió al fin. Estuve esperando eso desde que entramos a la casa hace casi 3 horas.— Te agradezco que me dejes quedarme, ¿tus papás no tendrán problema con eso?

—No están, solo esta mi hermano menor, pero el no molestará, puedes quedarte todo lo que quieras.—Asintió un par de veces antes de meter un sándwich en su boca. Cerró sus ojos y gimió bajo.

—Esto está muy bueno.—Apreté mis labios intentando no encontrar aquel comentario como algo caliente.— ¿Tú no comerás?

—N-No, estoy bien por ahora.—Me removí un poco en mi lugar, era imposible mantener mi vista apartada de su cuerpo, era demasiado sexy incluso ahora que su cabello no estaba peinado.— Y dime, ¿porqué no te quedaste con tu novio?

Su semblante cambió por completo, ¿había dicho algo malo? Terminó de pasar su comida y bajó la mirada.

—No lo sé, solo tenía ganas de algo de compañía femenina.—Asentí no muy convencida con lo que decía, pero no quería incomodarla.— ¿Porqué preguntas tanto? ¿Ya no quieres que me quede?