Mi salvación. {Young Miko}

Capitulo 8: ¿Qué es esto?

hiii, my love, ¿como estás?

Espero te guste este capítulo y lo disfrutessss. Es de los pocos caps que logra convencerme de subirlo, valorenloooo HAJAJ. 🫶🏻🫶🏻

Te amo, gracias por leerme 💖💖💖

Que tengas un hermoso sábado, baby💘
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Emilia Pov's:

No estaba ebria, pero notablemente no estaba en mis 5 sentidos, me sentía algo mateada y todo me causaba risa.

Eran pasadas de las 9, aún era temprano y ya nos estábamos despidiendo de los amigos de Victoria. Me cayeron demasiado bien, son igual de divertidos que ella.

—Un gusto conocerte, Emilia.—Mariana fue la última en despedirnos con un leve apretón de manos, al parecer no era muy fan de los abrazos, yo tampoco así que no dije nada.— Espero volver a verte.

—Yo igual.

Probablemente eso no ocurra, pero es una mentira a voces.

Recorrí la casa con la mirada en busca de Victoria, me había dicho que ya nos íbamos y aún no...Oh, ya la ví. Hablando muy animadamente con Andrea, una peliroja bastante bonita que al parecer no podía mantener sus manos quietas. Acariciaba constantemente los hombros de la castaña y ella se dejaba, por supuesto.

—¿Nos vamos?.—Pregunté cuando estuve lo bastante cerca y sabía que me escucharían.

—Uhm, si.—Victoria pasó su brazo por mis hombros.— Nos vemos otro día Any, tengo que llevar a esta linda chica a casa.

Intenté ocultar mi sonrisa pero fallé. Me apretó más contra su cuerpo por un par de segundos para después aflojar su agarre.

—¿S-Se está quedando contigo?

—¡Si! Somos roomies por unos días.—Bromeó.

La pelirroja parecía disgustada, ¿porqué?

—Oh, ya veo, pórtate bien, Vic.—La miró de una manera extraña.— Uy, te dejé algo de labial en los labios, déjame limpiarte.—Pasó su pulgar por los labios de Victoria, quitando una tinta algo roja.

Mi pecho ardió y la necesidad de salir de ahí aumentó.

—Te espero afuera.

No la dejé responderme y salí de la casa despidiéndome amablemente de todos. No tenía porqué estar molesta, ella esta soltera y yo solo soy su amiga.

Amiga que le abre las piernas siempre que lo pide. ¡Agh! ¿Porqué tuvo que hacerme sentir tan especial?

—¡Emi! Creí que te habías ido.—Bona, el amigo de Victoria se acercó a mí.— ¿Todo bien? ¿Y victoria?

—Am, adentro, despidiéndose.—Me crucé de brazos al recargarme sobre el carro negro en el que habíamos llegado, creo que era de los padres de Victoria.—¿Que haces aquí afuera?

—Salí a fumar un poco, ¿quieres?.—Me mostró algo que parecía ser Marihuana, negué.—Bueno, espero volver a verte, me caíste muy bien.

Otro más.

—Igualmente, me la pasé muy bien.—Le sonreí y me sorprendió un poco que él si me despidiera con un abrazo, pero se lo correspondí ignorando el insoportable olor a esa hierba.— Hasta luego.