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Victoria pov's
Podía sentir los nervios de Emilia mientras me tomaba de la mano llegando a la sala con sus padres y Ricardo. Yo entendía este sentimiento de frustración, miedo, enojo y tristeza.
Toda una combinación de emociones al sentir el rechazo de una de las personas más importantes en tu vida.
Aunque su relación con su mamá no sea del todo buena, sabía que le afectaba mucho lo que ella pensara. Ser gay en una familia homofobica y religiosa es de las cosas más complicadas y desastrosas que eh vivido.
Sientes todo en tu contra y empiezas a cuestionarte si realmente todo vale la pena, si estás mal, si estás enfermo por tener estos sentimientos que todos dicen que son incorrectos y te llevarán al infierno.
Lo único que podia hacer por ella era estar aquí para sostenerla.
Su mamá se encontraba sentada sobre un sofá, mientras su esposo le daba aire con un papel, se veía muy mal.
Y Ricardo solo fingía estar dolido junto a ella. Ridículo.
—Más les vale tener una buena excusa para eso.—Habló la señora poniéndose de pie con los brazos cruzados.—¿Porqué hacer este tipo de cosas en la casa? ¡Las va a castigar Dios! Enfermas.
—¡Basta! Deja de hablarles así, son solo unas niñas.—Defiende el padre de mi novia.— No están haciendo nada malo, no seas cruel, es tu hija.
—¡Yo no tengo hijas enfermas! ¿Como las apoyas en algo así? Son unas inmaduras que solo siguen lo que ven en redes sociales.
Sentí su mano apretar la mía y le regresé el gesto intentando transmitirle mi apoyo.
—Ma-
—¡No te atrevas a hablar para defender a esta!.—Me apuntó y ahora las miradas estaban sobre mí.—Yo se que mi hija no es de esas, ¿pero tú? Te vistes cómo hombre, actúas cómo uno...¡Tú pervertiste a mi hija!
Me quedo congelada por unos segundos, hace mucho que no era juzgada por mi sexualidad, se siente tan desequilibrante volver a eso después de años buscando aceptación.
No puedo contestarle, pero no porque no sepa que decir, sino porque es la madre de mi novia, no voy a faltarle al respeto aunque ella lo haga conmigo.
—Señora, yo entiendo que sea difícil...
—A Victoria no la metas en esto. Esto no pasó de la noche a la mañana y tú lo sabes.—La mirada de su madre cambia por un segundo pero se recompone. Aún con nuestras manos entrelazadas se acerca a ella.— No estoy haciendo nada malo, amo a esta mujer y es lo mejor que me pudo haber pasado. No me puedes decir enferma solo por amar. No lo estoy, no estoy enferma, mamá, estoy enamorad-
