Capitulo 11: Confusion.

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"Hoy no podremos vernos, Victoria, pasaré el día con mi padre. Te hablo luego"

—¿Y? No le veo lo raro, no puede verte hoy, supéralo y ponte a entrenar.—Mariana se puso de pie dejándome nuevamente sola. Corrí tras ella y la detuve.—¿Qué?

—Ella solo me dice "Victoria" cuando está molesta. Me eh portado bien, creo.—Hice una mueca pensando en que me pude haber equivocado.—¿Será por Mady? Ya hablé con ella, le costó asimilarlo pero ya no me ah buscado.

—Victoria, no me lo tomes a mal, gorda, pero esa chica solo te está utilizando.—Solté su brazo.— Mira, yo sé que la quieres, se te nota de aquí a china, ¿ella te quiere a ti?

—S-Si, es decir...Ella me dice que me quiere y suena tan sincera.—Me descoloco un poco por la manera tan lastimera en la que Mariana habla. Ya no era con su tono de molestia, me tenía lastima.– Solo esta con él por sus padres, ella no quiere...

Nunca ah dicho que no lo quiere.

Y-Yo...

—Vic, escúchame, no planeo romperte el corazón, solo quiero que pienses bien lo qué haces y con quien. Mereces a alguien que no te oculte, que te quiera de la misma manera loca e intensa en la que quieres tú.—Pasó sus manos por mis hombros y jadee en sorpresa cuando me abrazó.— No llores, idiota, eres mucho para cualquiera. Si no fueras tan empalagosa y berrinchuda yo sería tu novia.

Vale, no me di cuenta en el momento que empecé a llorar, pero mis sollozos ya no tenían control. Me aferré a su espalda intentando calmarme.

–M-Mari, yo la amo.—Confesé entre gimoteos.— Nun-Nunca me había sentido así de completa desde aquella vez, lo único que quiero es que esté conmigo, nada más conmigo. No soporto ve-verla con él, ¿porqué él tiene lo único que quiero en el mundo y no lo valora?

—Porqué así es la vida, algunos tienen cosas que otros desean, pero cómo ya lo tienen no le ven lo relevante. Es cómo tú, tienes a la mejor amiga del mundo y no le invitas un café.

Reí separándome de su abrazo y limpié mis lágrimas con la manga de mi hoodie azul.

—¿Que debo hacer?

—Cómprame un café, con leche de almendras.

—Aparte de eso.

—Tienes que hablar con ella seriamente y preguntarle qué es lo que quiere.—Asentí tomando nota mental.— Eso no significa que tienes que aflojar con lo que te proponga, tienes que ver si ambas buscan lo mismo, si es así, entonces dale la oportunidad. Y si no te gustan sus términos, déjala ir, esa chica no es para ti.

—Ya lo eh intentado, pero entró en pánico cuando dice algo sobre dejarme y termino aceptando todo lo que me molesta. Cómo el que siga con Ricardo.

—Ambas conocemos a Ricardo, podría decir que hasta mejor que Emilia, él no es mejor que tú Victoria. Es infiel, grosero, molesto, egocéntrico, manipulador, aprovechado y feo.—Hizo una mueca de disgusto. Su corto cabello se revolvió cuando Mauro pasó su mano por su cabeza llegando a nosotras.— Hablando de Feos.

—Eso dolió. ¿De que hablan?...Vic, ¿estuviste llorando ?.—Me miro preocupado e intenté esconderme en el gorro de mi hoodie. Las lágrimas nuevamente amenazando con salir. Me sentía tan vulnerable.—¡Mariana! ¿volviste a contarle la historia de los perritos? Te eh dicho que Victoria es demasiado sensible para esas cosas.

Mi salvación. {Young Miko} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora