PRÓLOGO

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No me había dado cuenta de lo rápido que había pasado el tiempo, aún lo extrañaba, necesitaba de su presencia, pero eso... Ya era imposible, él ya no estaba aquí y, es evidente, jamás lo volviera a estar.

 Me es imposible procesar todo esto, esa noticia, esas palabras; en mi mente solo se reproduce su hermosa risa, ese bello canto, no lo volvería a escuchar en mucho tiempo.

A veces la vida puede ser corta, abrumadora y sin sentido, pero son esas personas que nuestro corazón cree especial, aquellas son las que, al entrar a nuestras vidas, pueden volver todo en color rosa o un color azul cielo que refleja el amor de ambos.

Pero nada es para siempre, ¿Verdad?

Esa es la realidad que tuve que afrontar, el destino es impredecible, nadie nunca sabe lo que puede pasar, la vida a veces te premia, pero siempre te va a castigar, aunque no seas una mala persona... Toda acción buena tiene una consecuencia; eso es lo que me dejó claro la vida.

Pero él, me dio a entender que nada es imposible, volver a amar no es imposible, en esta vida se necesitan de personas fuertes capaces de levantar a otros, él fue mi esperanza.

La luz en la oscuridad.

La última esperanza.

La única persona que en verdad me amó.

La persona que odiaba, pero terminé amando.

Quizás, esa parte de mi vida fue el típico cliché: Enemies to Lovers, pero aún así, fue una hermosa parte de mi vida que nunca olvidé, que aún no supero, que me aún me hace romper en un llanto desesperante, pero la vida sigue, el tiempo no espera a nadie y este suele ser hiriente en el camino... No tiene piedad.

La vida no era perfecta para nadie.

Una estrella más brillante que otrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora