𝐀 𝐍𝐎𝐑𝐌𝐀𝐋 𝐋𝐈𝐅𝐄
𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐅𝐈𝐅𝐓𝐄𝐄𝐍 ↴
❝SENTIMIENTOS DESATADOS❞.— ¿Estás segura que te encuentras bien? —preguntó Jay.—
Kyung-mi se encontraba acostada en su cama, arropada complemente con su sabana color blanca, a un lado de ella, sentado en la cama se encontraba Jay. Jay se encontraba muy preocupado por la chica, por lo que había decidido ir a ver como se encontraba. Aquella imagen de Kyung-mi con lágrimas bajando por sus mejillas, y una expresión en el rostro que nunca antes había visto en aquel hermoso rostro lo preocupaba demasiado. Ver aquella expresión hizo que el corazón de Jay se hiciera pedazos.
— Está bien Kyung-mi, puedes confiar en mí. No estoy diciendo que me cuentes lo que sucede, entiendo que pueda ser algo personal, pero... Es inevitable. No puedo verte así. Duele... —dijo aquella última palabra en un susurró.—
El silencio se hizo presente un par de segundos, los cuales fueron eternos. Kyung-mi se sentó en la cama, destapando su rostro. Jay la observó un par de segundos, para luego llevar lentamente su pulgar hacia el rostro de la chica, limpiando las lágrimas, dándole un abrazó con fuerza. Kyung-mi no dijo nada, al contrario, correspondió el abrazó de Jay, el cual acarició unos la espalda de ella, mientras aún seguían abrazados. Al separarse del abrazó, el chico llevó su mano a la frente de Kyung-mi, levantando su flequillo para dejar un beso en la frente y sin más se levantó de la cama.
— Traje algo fácil de cocinar, lo prepararé rápidamente.
— Agradezco mucho lo que haces por mí, de verdad.
— Prepararé lo que quieras para que no estés así. Por ti haré lo que sea.
La adolescente observó al chico preparar lo que había traido, lo obsevaba desde su cama, y sentía una sensación rara, haciendo que se levantará de la cama, caminar hacía el chico y abrazarlo por la espalda. Jay quedó un tanto confundido, pero a los pocos segundos una sonrisa se formó en sus labios.
— Ya casi está listo. —dijo Jay, con una linda sonrisa en su rostro.—
— ¿No necesitas que te ayudé en algo?
— Ya está listo, sólo hay que esperar a que se enfrié.
— Ya veo.
Una vez la comida lista, se sentaron en la pequeña mesa que se encontraba en la habitación, uno enfrente del otro. Al principo ambos comían en silencio, hasta que la chica decidió hablar y poco a poco la conversación empezó a fluir muy bien. Ambos tenían una gran sonrisa en sus rostros, al igual de un lindo brillo en sus ojos.
Lo que sentían en ese momento, o tal vez en anteriores momentos, era algo desconocido para ellos, o... Tal vez no.
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La semana se fue prácticamente volando. Semana en la cual habían pasado muchas cosas.
Heeseung no salía de su habitación, ni siquiera los chicos lo habían visto, mucho menos Kyung-mi. De hecho... Kyung-mi no había visto a los siete chicos hace un par de días. Los últimos que vio fue a Jay, el cual pasó el día entero con ella acompañandola. Riki, al cual vio desde lejos, y Sunoo. La tristeza en los tres adolescentes era muy notoria, principalmente en Sunoo, el cual era como una sol.
Por alguna extraña razón... Kyung-mi se sentía culpable.
Lo que había quedado de la semana se convirtieron en días de descanso para los alumnos, mientras que los maestros encontraban la mejor solución al problema. Lo mejor que vieron fue quitar el obligatorio de los dormitorios, es decir, el que deseará quedarse estaba en todo su derecho, los que no, no serían obligados y simplemente pueden regresar a sus hogares.
La mayoría escogió regresar a sus hogares, mientras que la otra pequeña parte de los alumnos decidió seguir quedándose en los dormitorios.
Sunoo, Riki, Jake, Jay e Jungwon, decidieron regresar a sus hogares junto a su familia. Por el lado de Heeseung e Sunghoon, decidieron seguir quedándose en los dormitorios.
Al igual Kyung-mi.
La noticia de que aquellos chicos decidieron regresar a sus hogares fue llegada a Kyung-mi por parte de Jay e Jungwon, los cuales fueron a despedirse de ella. Jungwon diciéndole personalmente unos días antes de su partida que iba a regresar a su hogar junto a su familia. Jay por su lado, se despidió el mismo día que se fue, al mismo tiempo dándole la noticia que al igual que él y Jungwon, Jake, Sunoo, e Riki, iban a regresar a sus hogares.
Kyung-mi esperó sentada en su cama la despedida de los demás chicos, pero esas despedidas nunca llegaron. Se sentía muy triste, no sabía como todo terminó así con ellos, sentía que todo era su culpa. Se sentía muy culpable por lo que había pasado con Heeseung, y no entendía el por qué. Kyung-mi intentó hablar con él, pero él no lo permitió, simplemente no la dejó hablar, no dejó que le dijera lo que siente, simplemente la dejó con las palabras en la boca.
Cada uno estaba en lugares diferentes, pero en situaciones similares.
Kyung-mi se encontraba sentada en su cama, su espalda recostada en la pared mientras abrazaba sus piernas, escondiendo su rostro.
Heeseung miraba a través de la ventana, recostado en la pared, con sus brazos cruzandos, mirando hacía el exterior con una mirada triste.
Sunghoon... Se encontraban acostado en su cama, arropado con una de sus sábanas, y lágrimas bajando por sus mejillas.
"El amor a veces puede llegar a ser tan doloroso".
Ahora entendían esa frase.
✦ 𝐍𝐄𝐗𝐓
𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐒𝐈𝐗𝐓𝐄𝐄𝐍
❝LEE HEESEUNG❞.→
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𝐀 𝐍𝐎𝐑𝐌𝐀𝐋 𝐋𝐈𝐅𝐄; ─ ᴇɴʜʏᴘᴇɴ
RandomKyung-mi, una diosa que siempre ha soñado con tener una vida normal, poder convivir con los humanos, poder tener amigos y divertirse. Después de años de insistencia en querer bajar al mundo de los humanos... Su deseo es cumplido. Conociendo a 7 chic...