27- Te extrañaba

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Estaba en un cuarto besándome con Mauro, lo extrañaba.

- Tu culo me vuelve loco - Dijo el.

- Ay amor no digas eso! - Dije riendo.

El me beso y empezó a acariciar mi culo, me acostó en la cama y empezó a quitar mi camisa, empezó a jugar con mis pechos y me beso desesperadamente, se subió encima mía mientras bajaba mis pantalones y con la otra mano tocaba mis senos.

- Te necesitaba... - Dijo el.

Me bajo los pantalones y empezó a bajarme el tanga, mientras me lo bajaba me miraba con una mirada sonriente.

Cuando termino de bajar mi tanga lo tiro por ahí y me abrió la piernas como un libro, empezó a pasar sus dedos por fuera de mi regazo.

Cogió unas esposas y ató mis pies a los lados de la cama para que no pueda moverme.

Se acercó a mí regazo y metió un dedo sin avisar, después de seis segundos metió otro dedo.

Yo solté un gemido que se escuchó en todo el cuarto, el de quito los pantalones y después el boxer, cogió de una mesita de noche su condón y se lo puso, se puso alrededor de mis piernas y se acercó a mí parte cada vez más, metió su miembro dentro de mi, empezó a hacerlo lento para que me acostumbre al tamaño de su pene.

Cuando me acostumbre empezó con las embestidas rápidos, se escucha en todo el cuarto nuestras pieles rozar, también se escuchaba su pene saliendo y entrando.

Yo no paraba de gemir, me estaba quedando sin voz, mientras mis senos se movían al ritmo de las embestidas, me re dolia, pero no podía decir que parará, me re encantaba.

- Dios! - Gemí cuando el metió su pene entero.

Empezó con las embestidas más rápidas que podía, la cama sonaba muy fuerte, el cogió mis brazos como podía y los ato arriba de la cama para que no me tapara los gemidos.

- Quiero escucharte gemir - Dijo el como podía.

- Mauro! - Gemí su nombre fuertemente.

Suerte que estábamos solos, el empezó más fuerte con las embestidas mientras miraba mis senos moverse.

- Dios... - Dijo el

Faltaba poco para venirme, cuando dio cinco embestidas más la cama se mojo entera, el me hizo tener un squirt pero no le importo, el siguió embistiendo, cada segundo que pasaba lo hacía más rápido, yo quería cerrar mis piernas pero no podía, el me miraba sonriendo y me ponía más nerviosa cuando terminó de embestirme me cogió y cambiamos de puestos.

El estaba tumbado y encima suya, estaba setantada, iba a montarle, el cogió mi cintura y yo me apoye en sus hombros y empezé a saltar como podía.

- Ahh~ - Gemí mientras saltaba.

El me miró mientras acariciaba mi cintura.

- Lo estás haciendo bien, muevete más mi amor - Dijo el.

- AHH - Gemí como podía ya que tenía mi garganta dañada.

El me dijo que me pusiera en cuatro a si que eso hice, me puse en cuatro y empezó a embestirme.

Me cacheteo el culo y empezó a embestirme rápido mientras jugaba con mi culo, yo intentaba no gemir ya que eso era lo que menos quería.

- Gime.. - Dijo el entre gemidos pequeños.

Yo gemí y el empezó a embestirme más rápido.

Y así hasta las siete de la mañana...

-Tu no eres como los demas- [Duki y tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora