Yandere -CHARLASTOR

4- Velvette

¡Hola!, sigo con Yandere, si tienen alguna propuesta para la historia, son libres de comentar, así me dan ideas :v. Bueno... Espero que les guste: 

Veía como poco a poco el viento se llevaba las pocas cenizas que quedaban de Rosie. En serio. Algo díficil tenía que haber. ¿Tan rápido había acabado con una overlord?

"Tus poderes son más fuertes que el acero angelical"

Algo así me recordó mi cabeza. Creo que me lo dijo mi madre mucho antes de que se fuera, de que se fugara de este "putrido" lugar. A ella le encantaba el infierno, el pentagrama que junto a su ángel caído logró construír. Cada pared que hay en esta ciudad es suya, al igual que de mi padre. Hasta el mismísimo edificio de las uves. 

Que asco me daba esa gente. Primero estaba Valentino, que era una mantis rosa fuxia sexual asquerosa drogadicta cocainómana y fumadora adicta. Luego estaba Vox que era una tele sin nariz, ni orejas y su boca y sus ojos eran planos. ¿Como comía?, todo un misterio. Nunca habría degustado nada más que la derrota que sufrió contra mi amado, seguramente siga enfadado por eso. Por último, Velvette, una enana rompepelotas y copia barata de Hatsume Miku pero con colores del infierno conbinada con Harly Queen. Una fusión de esas dos. Y había salido medio negra, ahí habían más cuernos. 

Luego ella siempre publicaba cosas como una valiente, muchas fotos de ella y su cuerpo o ella con armas angelicales "preparada para la pelea" pero no tiene los santos ovarios de engrentarse a un pequeño e indefenso ángel. 

La existencia de estos tres no tenía ninguna buena aportación, oh, igual una, el entretenimiento de mi querido senpai. 

*Toc-Toc-Toc*

<Como sea otra de las admiradoras secretas de Alastor la mato ahora mismo delante de todos> -pensé a la primera. 

-Haber, estúpida ¿que cojones acabo de ver en la tele? ¿Qué puta mierda de comercial acabo de ver? -dijo con superioridad. 

Todos quedaron sorprendidos por sus declaraciones, eran bastante crueles y esperaron a que dijera algo. 

-Mire, Velvette, usted no está en condiciones de decirme nada estúpida enana que usted agarra su móvil para hacerse 400 fotos rídiculas de su horrendo cuerpo y de sus estúpidas coletas. Si quiere hacer el gilipollas hágalo, pero no delante mía y de mis redes ¿entendido? -dije un poco molesta

Noté como las miradas se fijaban en mí así que decidí cerrar la puerta de un portazo y dejar ahí a Velvette, por perra. 

-¿Quién se atrevía a hablarme de ese modo? -dije algo molesta

-¿Charlie? -dijo Ángle mirándome extrañado

Yo tenía mi forma demoníaca. Noté que Alastor me miraba y volví a mi forma de inmediato. Lo que ella me había hecho hacer... ¿Pasar vengüenza delante suya, de mi Alastor? NUNCA. Esto lo va a pagar muy caro. 

Investigué el caso de Velvette, ella iva a venir a nuestro hotel e iva a intentar encantilar a mi Alastor para que se fuera con las Uves, ya que estaban desesperados. 

Yo creo que Velvette... no se imaginaba lo que se le viene encima. Me reí un poco. 

A los dos días Velvette llegó y se registró. Estaba todo el día con el móvil. Se sacaba fotos cada dos minutos, las editaba, y después se sacaba otra. Menuda rutina.

-Vaya, una de las Uves ¿aquí? -dijo Alastor

-Si, estoy harta, de este putrido lugar, digo -dijo ella- no es justo, yo solo hacía civerbullying, no puede ser que esté aquí. 

-Ya... Pues haciendo eso matáste personas -dije yo. Es bueno que hayas sido sincera, dije con una sonrisa. 

-Si, lo que sea -dijo ella. Que cortante. -Oye Alastor... tú, ¿por qué estás aquí?, esta claro que no te vas a redimir... 

-Yo estoy aquí para ayudar a esta encantadora señorita- dijo mientras me besaba la mano. 

Otra vez me paralicé, estaba demasiado sonrojada para reaccionar. 

-¿Está bien, querida? -dijo con un tono preocupado

-O-Oh, claro que s-si -dije poniéndome un mechón de pelo detrás de la oreja. 

Noté como Velvette sabía que la tenía cruda para encantilar a mi hombre. Vaya... no va a poder. Noté que me a veces me hacía fotos, intentando ser disimulada. 

Velvette, aunque no lo pareciera, era muy capaz de hacer pociones y hechizos. Estaba claro que ella planeaba hacer algo. No podía dejar que se acercara a mi hombre, sino lo enamoraría o algo sin que él quisiera. 

Como supuse, lo estaba planeando. Entre a su habitación y había un libro con un marcapáginas. Fuí a la pagina y me encontré un hechizo para que dijera que si a todo, hasta para que firmara todo. 

Así que le robé el libro. Ahora era mío. Con este libro podría hacer mucho. Sé que los sentimientos de mi senpai tendrían que ser naturales, pero en casos extremos... podría usar esto a mi favor, para futuras locas... o para mi misma. 

Todo mi plan iva perfectamente. Pero algo estaba claro, si ella era normalmente una hechicera, se sabría algunos, tenía que quedarme con el libro y salir de ahí. 

Le robé el libro y salí de ahí. Minutos después, Velvette entró a su habitación y se llevó un buen susto. Salió y me buscó. 

Me cogió del brazo y me llevó a el jardín a un sitio seguro, para que nadie oyera. 

-Óyeme puta, ahora mismo me das mi libro ¿vale?

-¿Libro? -dije pareciendo muy confusa.

-Si, el libro que me has quitado. 

-Yo no te he quitado ningún libro. 

De repente sentí como una gran carga, si no decía la verdad... podría salir mal. Supe que estaba bajo un hechizo para decir la verdad. 

-Si, te cojí el libro. 

-Dámelo. -dijo ella. 

No- dije.- Aunque me hayas hechizado... por que lo sé... Yo también he leído el libro y se cómo quitar este hechizo. 

Di 4 palmadas con mis manos y el hechizo desapareció. 

Para matarla de una forma cruel, me hice una cuenta anónima en las redes sociales, y empezé a tirar hate. Muchas personas se unieron y... 

Velvette apareció una semana después, con un cuchillo en el pecho. Se había suicidado por tanto hate. Ella era muy encariñada con las redes, ahora todo el mundo las odiaba. Decidió que si ella se iva, seguramente, Alastor entraría a las Uves, a tomar su lugar. Pero no lo hizo.