2- Alastor

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¡Hola! Voy a seguir con la perspectiva de Alastor. Seguramente este capítulo aclare bastantes cosas. Dentro de algo de tiempo acabaré la historia... pero estoy escribiendo borradores de otras... por ahora la segunda que estoy escribiendo, "En vida y Muerte" será un poco más larga. Que disfruten, adiós!

Después de la ida de Vaggie... todo fué fácil, llegaron redimidores... pero llegó gente que no era de esperar. Mimzzy. La persona más pesada del mundo.

Ya sabía de por sí que Mimzzy tenía cierto afecto en mí. Lo supe desde el día que llegué al infierno, ya que no se atrevió a decirmelo a la cara cuando éramos humanos.

Mimzzy era muy molesta. Llego y solo quería estar conmigo. Me molestaba tanto.... yo quería estar con mi amada, la única y la más bella persona de este infierno. Aunque estaba en un infierno doble ya que Mimzzy no se despegaba y era más dificil que intentar abrir un mejillón sin cocinar.

¿Quién creía Mimzzy que era para comportarse así conmigo? Yo no era tan cercana a él como para que me hablara así. Yo notaba decepción. Lo que meos quería en ese momento es que Charlie se pensara otra cosa. Algo que no era verdad. Si ella pensaba algo indebido estaría molesto.

Por suerte Mimzzy se fué después de hablar con Charlie... creo. Espero no verla en mucho tiempo.

(...)

Me gusta la compañía de Rossie, como mejor amiga. Pero se comportaba raro delante de la princesa... me pareció tan horrible ese comportamiento.... ¿Por qué todas las damas se comportaban así delante de mi amada? No era justo. Rossie hacía exactamente lo mismo que Mimzzy.

Ella se me pegaba. Era una gran overlord, por eso la conocí. Como amiga estaba bien. Me apoyaba para hacer tratos, y contratos con almas, pero nunca ví a Rossie como otra cosa además del trabajo.

Había que admitirlo, Rossie era una mujer guapa, pero no tanto como para compararse con mi encantadora y reluciente princesa.

Mientras Charlie hablaba con Rossie sobre algo... supongo que del hotel, me fuí a la bilbioteca y ahí encontré un libro algo desencajado. Lo leí, era sobre... un tipo de persona japonesa, quien era capaz de matar a cambio de una relación amorosa con su amado. Normalmente eran mujeres, llamadas "yanderes". Las víctimas de tal amor eran llamadas "senpais".

No tardé en descubrir que yo era una excepción. Yo era un yandere. Charlie era mi senpai, por que haría lo que fuera para tener todo de ella.

Rossie también acabo dejando el hotel, por suerte.

(...)

Ahora lo que me faltaba había tocado la puerta del maravilloso hotel de mi querida amada. Ni más ni menos que una de las uves. Velvette. ¿Para que querría alguien como ella estar en un hotel de redención? Seguramente el imbécil de Vox le habría dicho que me convinciera para ser parte de su estúpido grupo. 

Como me gustaba ver como cada vez hacían que mis ganas de ser parte de las uves fueran muchas menos. Nunca iría ahí. Preferiría mil veces ser hombre muerto a estar al lado de la mantis fuxia y de la horrible televisión azul esa. 

Cómo odiaba esa tecnología tan anticuada, todo era tan horrible que daban ganas de tirarlo todo a la basura, de atrapar el edificio con mis tentáculos y redimirlos a la nada. 

Velvette vino para hacerse la más extraña. Se metía en su habitación y cuando pasabas se oían burbujas, como si agua estuviera hirviendo. Que yo sepa nunca le dejamos una extensión con cocina a Velvette. Lo que me dirigía a que estaba tramando algo. Cómo lo sabía. 

Estuve buscando a mi amada, pero no la econtré por ninguna parte. Cuando por fín aparecio, me dijo que Velvette se había ido, y que no volvería... que estaba muy desilusionada. De que manera tan placentera le habría dado un beso en ese mismo instante... pero eso no es de caballeros. Tendría que esperar a que ella me correspondiera, que estaba obvio que lo iva a hacer, por que si no era conmigo... no era con nadie. 

(...) 

Vaya.... 3 moros en la costa. ¿Quién diría que unos simples imbéciles tocarían la puerta para llevarse a mi amada. No, no lo permitiría. Hicieron el imbécil todo el día. Desee hacer un baile con mi amada, de esa manera, podría bailar con ella. Pero fuí un insensato, ¿quién no caería el la simple e inigualable belleza de la princesa del infierno? Nadie, por lo que ellos también estarían encantados de bailar con ella en bandeja de oro. 

Esto tenía que solucionarlo, ya que a la mañana también me reprochaban, y me hacían salir de mis casillas. No podía más. Me sentí obligado a atrapar a esos 3 estúpidos impostores y saboteadores de mi relación y llevarlos al mismísimo avismo de la muerte. Morirían por segunda vez, como todos los demás que me molestaron. A Sebathian, al ser su "prometido", lo castré, de esa manera no tendría hijos nunca, quería que sufriera... pero murió igualmente, sin poner quejas... yo me quedé con todo su poder, ya que hice un trato antes de acabarlo. 

A mi pantallita más molesta le abrí la cabeza y le quite uno a uno cada cable, así tendría que reiniciar el Windows, e hice un trato con él, como siempre, para quedarme su poder de poseer a los receptores de mi radio podcast.

Por último el asqueroso de Valentino, este tipo me daba un asco terrible. Una estúpida mantis araña que lo único que sabía hacer era...fornicar. Que asco de tío... se supone que "el acto" es para disfrutar no para cobrar. Nació para ser ramera, y murió por ser ramera. Ese era su castigo. De él no me quedé nada, todo lo suyo me repugnaba. 

Esos 3 murieron. Al día siguiente quemé todos los cuerpos con mi poder en mi propia habitación, ahora nadie me diría nada de ese par de inadaptados, ya que no estaban allí para reprocharme nada. Cosa que a mi amada y a mí nos encantó... pues sí que sirvieron de algo, para unirnos más. 

Jajaja, gracias. 

Yandere -CHARLASTORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora