Capítulo 11

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LLOUD

El plan de Jennie salió a la perfección. Es cierto que aún hay críticas del público hacia Lisa pero no de manera masiva como antes. Además las acciones de su empresa son estables y eso significa que ella puede respirar con normalidad.

Y lo mejor, es que no tiene que aguantar a la junta y mucho menos al carcamal del Señor Yun.

Aunque Jennie y ella no han hablado en toda la semana. Ya han pasado 6 días desde la sesión.

– ¿Debo agradecerle? – Ella gira su silla y observa OA a lo lejos. – La invitó a cenar o le compro algo? –

Hace un año Lisa sabría bien cómo agradecerle. Irán juntas a un resort o una cabaña a las afueras de Seúl, para relajarse y tener un fin de semana lleno de sexo… como lo echa de menos.

– ¿Ella lo necesitará tanto como yo? Seguro que si, a no ser que se haya buscado a alguien… No, no eso es imposible. –

Ella agita su cabeza para sacarse la idea de una Jennie desnuda junto a otra persona. – Imposible –

Ella escucha una risa detrás de ella y gira su silla rápidamente – ¿Que es imposible? – Lisa agradece a buda que solo sea Rosé y no un empleado.

Imagina si un empleado escucha sus desvaríos y piensa que está loca.

– No te importa – La rubia le da una media sonrisa y levanta una ceja – Segura, porque yo sé la respuesta. Y puedo ayudarte –

Lisa no se fía de Rosé, son amigas desde hace años y sabe bien cuánto le gusta a la mayor jugar con ella.

– Desembucha – Pero su curiosidad es más grande y más si es relacionado a Jennie y sus ligues.

– Jennie no está con nadie. Está cumpliendo el celibato, al menos a medias. – ¿A medias?

– Explícate – Rosé suelta una risita y se sienta en el escritorio más cerca de ella.

– Pues resulta y acontece que hace unas seis noches, fuimos a casa de Jennie. No le avisamos, porque no atendía a las llamadas. – El día de la sesión, ella recuerda cómo Jennie dijo que tenía muchas llamadas perdidas de Jisoo.

– Así que simplemente nos presentamos en su casa. Si estaba genial y si no estaba pues cenaríamos sin ella y nos iríamos después – Prácticamente está admitiendo que se cuelan en las casas de otras personas y roban su comida.

– Pero cuando entramos por la puerta y por el pasillo para ir a su cuarto ya que por mucho que le gritaremos no escuchaba. La pillamos en medio de una sesión de autocomplacencia. – Espera y como saben que no estaba con nadie.

La rubia notó la mirada de Lisa y decidió tranquilizarla. – No había ropa de nadie, ni zapatos. Además gritaba tu nombre, una y otra vez. Y tenía esa misma playlist que usabais cuando vivíamos las cuatro juntas y pensabais que no sabíamos que estabais follando. –

Los recuerdos invaden la mente de Lisa y siente como la temperatura de su cuarto aumenta exponencialmente.

– Incluso pensamos que estabas allí. Pero luego subiste el vídeo de Leo al grupo y todo encajo. –

Lisa no sabe cómo sentirse ahora mismo, ya se siente caliente pero cómo va a manejar el hecho de que la mayor se estaba tocando pensando en ella.

Ella sabe bien como lo hace Jennie. Una de las cosas que más disfrutaba era poder verla desnuda, brillando por el sudor e intentando llegar a su pico más alto, con ella observándola.

Puede imaginar el movimiento de su cuerpo, donde estaban sus manos, sus piernas abiertas y sus ded…

– Lisa no seas guarra, no pienses esas cosas conmigo aquí. – Tendrá morro, encima que me lo cuenta todo ahora pretende que esté tan normal.

Guerra de poder - JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora