Capítulo 45.

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La conversación entre Angelo, Abril y uno de los doctores lo único que logró fue confundirlos.

—¿Cómo que por detrás? —preguntó Abril confundida después de que el doctor les dijera algo sobre el trayecto de la bala — Se supone que le disparó Mónica y Mónica estaba en frente de Gabriella.

—Pues, entonces quien disparó no fue ella —continuó explicando el doctor —. Además, la bala fue disparada desde una posición elevada.

—¿Qué está tratando de decir específicamente? —preguntó Angelo.

—Por la forma en la que ingresó la bala a su cuerpo, nos dice que tuvo una trayectoria oblicua o inclinada. Eso quiere decir que la persona que le disparó a Gabriella no estaba a nivel del suelo, sino en un lugar alto, bastante alto.

—Eso no tiene sentido —dijo Abril aun sin comprender todo lo que les decía el doctor.

—Bueno, si fue esa tal Mónica quien le disparó tenía que estar detrás de ella y no en frente —el doctor reafirmó el doctor y aseguró vez más que para que fuese Mónica quien le disparó a Gabriella no podía estar frente a ella. Por cierto, ya no está conectada al respirador mecánico —empezó a alejarse —, esa fue la razón por la que se supone venía a hablar con ustedes.

Ellos dos se miraron el uno al otro, pensativos, ambos pensarían que ese disparo lo realizó alguno de los oficiales, pero aparentemente no era así. No tenían ni una pequeña pista que les indicara quien podría ser.

No hubo conversación entre ellos dos durante un largo rato, ambos parecían estar pensando demasiado como para entablar alguna conversación.

Mientras esto sucedía, el gato se mantenía muy fiel a su dueña, parecía que no estaba dispuesto ni siquiera a alimentarse hasta que ella despertara. Estaba allí, recostado junto a ella, ronroneando y evitando subirse a su abdomen para hacerla masajitos aunque se moría por hacerlo.

—No es lo mismo si no me acaricias —él sabía que ella podía escucharlo —, ¿qué es este gato malvado sin su dueña? Es solo una bola de pelo negro que habla.

El gato tocaba sutilmente con su patita a su dueña con la esperanza de despertarla, la espera tendía hacerse eterna incluso para el felino.

Mientras tanto, Angelo finalmente rompió el silencio que llenaba la habitación en la que él y Abril estaban.

—¿Y estás lista? —preguntó Angelo de repente, sorprendiendo a Abril con la pregunta.

—¿A qué te refieres exactamente?

—Para cuando mi tía despierte… para hablar con ella.

—Si te soy muy sincera —suspira —, honestamente tengo miedo y además, el sentimiento de culpa sigue perturbándome. Ni siquiera sé si sea capaz de mirarla a los ojos.

Bueno, para ese momento tanto Angelo como Abril se sentían culpables. Angelo pudo a su tía en un estado crítico y Abril sigue pensando que si no hubiese corrido así quizás las cosas hubiesen resultado diferente.

—Angelo, yo —hizo una pausa —, perdóname por lo de hace rato, por gritarte así. Me dejé llevar por el momento.

—No te preocupes, no existe mentira —respondió él —. Sé que lo que pasó hace poco fue completamente mi culpa.

Nuevamente, el silencio invadió la habitación mientras ambos parecían hundirse en sus pensamientos otra vez. Aunque esta vez duró un poco menos.

—¿Tú y yo que vendríamos siendo? —fue Abril quien esta vez interrumpió el silencio — ¿Primos?

Sangre Y Poder 2 (chicaxchica) ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora