No cambié,
entendí que estás conmigo por compromiso,
entendí que te incomodo y crees que soy un aviso.Pero en cada latido,
en cada verso y esquina,
sabes que en mi corazón, tu amor no tiene ruina.En la oscuridad de la noche,
el eco del vacío retumba,
cada paso es un recordatorio de lo que nunca se derrumba.
El peso de la duda y la sombra de la inseguridad,
se aferran al alma,
sin piedad ni claridad.En el espejo,
el reflejo es un susurro amargo,
la sensación de insuficiencia,
un tormento tan amargo.
Cada logro parece opacado por la sombra del temor,
y en cada intento,
el desaliento se convierte en dolor.La voz interna repite un cruel estribillo,
que ensordece el corazón y nubla el brillo.
La lucha contra uno mismo es una batalla sin fin,
donde la autoestima se desvanece en su propio confín.