30💚 Compartido.

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Art: Tori, no recuerdo su nombre de usuario pero se encuentra en Twitter (X) :'3

Tras estar durante una semana en aquel crucero volvieron a su hogar, siendo recibidos por sus padres. Quienes les llevaron a comer a un restaurante de mariscos mientras les contaban los bien que les fue en la luna de miel.

Las semanas pasaron tranquilamente hasta que se cumplió un mes y medio de su boda, seguían trabajando, a su vez que Mika y Yuu estaban planeando y revisando todo el procedimiento que llevaría volver abrir la empresa que duró años en la familia del ojizafiro.

Era un martes, el rubio estaba haciendo una reunión con los directores y directoras para hacer un informe de los ingresos de la empresa. Yuu estaba recargado en una pared esperando la indicación de su esposo para entregar unos portafolios con los detalles de la presentación que estaba haciendo, sin embargo, estaba luchando para no quedarse dormido.

En esos últimos días estaba teniendo más sueño de lo normal. A pesar de estar acostándose temprano, en algunas ocasiones no podía dormir ya que se sentía incómodo. Pero cuando encontraba la posición correcta dormía un rato y poco después se volvía a despertar porque se movió de lugar. El día anterior se había echo bolita en su silla en un momento cuando el sueño se apoderó de él. Uno de los empleados tuvo que despertarlo cuando le fue a pedir unos documentos.

Escucho que alguien le estaba llamando, pero sintió que estaba cayéndose, fue ahí que se despertó algo asustado y se sujetó de la mesita auxiliar dónde casi tiraba las cosas que tenía ahí.
Alzó su vista, viendo a su esposo, que también le estaba sujetando, ademas de que Sayuri -su compañera secretaria - comenzó a darle aire con uno de los portafolios.

-Mi amor, ¿Estás bien? ¿Te sientes mal? ¿O te duele algo? -preguntó el rubio, ayudando a su esposo a ponerse derecho.

-Sí, si estoy bien... Perdón me quedé dormido -respondió, talló sus ojos con sus manos -. ¿Ya es momento de que entregué los portafolios? -preguntó, Mika lo vio aún más preocupado.

-Yo los entrego Yuu. Tú sientate un rato y toma un poco de agua -sugirió Sayuri.

El moreno frunció un poco su ceño y luego asintió relajando las facciones de su rostro. Yuichirou le indicó a su compañera cuáles eran, así ella comenzó a entregarlos. Mientras, Mikaela seguía presentando desde donde estaba sin soltar a su pareja a quien sujetaba con firmeza de la cintura.

Luego de la reunión, Mika cargó a Yuu quien se había vuelto a dormir, Sayuri le ayudo a recoger la sala y también de llevar sus cosas a su oficina.

Había pasado una media hora cuando Yuu se despertó, se sentía desorientado, trato de sentarse dónde sea que estuviera acostado. Cuando lo logró, bajo sus pies y talló sus ojos. Así se dió cuenta que era la oficina de su esposo, pero este no se encontraba, y estaba más confundido que nunca. Pensó que se había quedado en el coche, más no en el sofá que había ahí. Además, tenía el saco del rubio sobre sus piernas. Al parecer este lo había tapado con eso.

Percibió un fuerte y asqueroso aroma en el cubículo. Solo hizo una mueca de disgusto; ese perfume no era de su marido, si no de alguien más. Suponía que era de alguno de los directores varones porque en la reunión había alguien que olía así. Y se preguntaba, ¿Por qué carajo se compró uno de olor horrible? Si quiera uno que fuera menos intenso.

La puerta se abrió dejando ver a Mikaela, quien parecía que le habían chupado el alma. Vio como le dió un tic y rápidamente tapó su boca y nariz con su pañuelo.

Segunda Opción [MikaYuu] [Concluida]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora