16🤎 Magnífico.

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Ya todos se habían servido su comida. Y sí, los padres de Mikaela parecían llorar gracias a la deliciosa carne y el puré que había preparado Yuichirou.

Cada bocado era glorioso, y que decir de la ensalada. Era el detonante perfecto de sabores.

Comían tranquilamente y para que no hubiera más intriga, Shikama fue quien rompió el silencio.

-Mikaela, hijo. Explica, porque le dijiste a Yuichirou "amor". Tengo entendido que estabas con Akane -dijo el peli blanco un tanto serio.

-Bueno, hace como mes y medio, ella me terminó a mi porque no respete su decisión de no casarse y no tener hijos -responde el rubio, Yuichirou comía tranquilamente mientras miraba de reojo al rubio (solo a veces) -. Siendo sincero, lo hice por mi herencia.

-¿Realmente quieres que la empresa vuelva? -pregunta su madre sorprendida, aún recordaba cuando su bebé decía que traería de regreso el café Gold cuando fuera grande, pero no creyó que realmente lo haría.

-Sí, estoy muy seguro de eso, mamá. Siento que mi abuela, estaría contenta -dijo.

-¿Y le pediste a Yuu que se casará contigo solo por la herencia? -pregunta la mujer nuevamente, está vez el azabache se atragantó un poco, le daba gracia su situación con el rubio -. Dios, ¿Estás bien, cariño? -se levantó para ir a auxiliar al morocho, este asintió y tomó un poco de jugo para que el bocado se pasará. La mujer volvió a su asiento.

-Si lo hizo, pero luego me dijo que dejáramos eso de lado -responde el moreno con una sonrisa divertida haciendo sonrojar al rubio -. Mika se enamoró de mi hace tiempo, últimamente hizo varias locuras para enamorarme y al final terminé a su lado, correspondiendo a sus sentimientos -dijo con una amplia sonrisa y un notable sonrojo, el rubio sonrió con orgullo, lo que ocasionó que terminara riéndose.

-Vaya... -suspiró el peli blanco mientras una pequeña gota de sudor resbalaba por su mejilla izquierda, sin duda alguna, su hijo era igual que su esposa -. Mientras los dos sean felices por nosotros está bien -dijo con una sonrisa.

-Sí, pero quiero una condición -dijo la mujer llamando la atención de la joven pareja -. Nada de sexo antes del matrimonio -dijo cruzando sus brazos. Sabía que su hijo no iba a poder controlar sus deseos carnales con alguien tan divino como lo era Yuichirou.

-Ya escuchaste Mika, vas a tener que aguantarte -se burló el menor, aunque dudaba mucho que iba a salir de ahí sin tener las piernas temblorosas.

El rubio hizo un puchero ante la burla de su pareja, quien volvió a reír otro poco.

Siguieron comiendo tranquilamente, hasta que Yuu tuvo que levantarse.

-Disculpen, voy al baño, ya vuelvo -dijo alejando la servilleta que usó para limpiar su boca.

El moreno se levantó de su asiento y fue al baño.

Los padres de Mikaela dejaron sus cubiertos por un lado, para poder platicar un poco con su hijo.

-No creí que escogerías a Yuichirou cómo tu pareja -dijo la mujer, llamando la atención del rubio, quien pasó su bocado.

-¿Te molesta? -indagó un poco serio.

-No, mi amor, no me molesta. Desde que lo conocí note que es muy elegante además es muy educado. ¡Incluso cocina demasiado rico! -exclamó sonriendo y juntando ambas manos -. Siempre me gustó la idea de que tuvieras una pareja que te consintiera cuando tú no pudieras hacer de comer. Me pareció un gran gesto de su parte que te llevara comida de vez en cuando. Simplemente siento que Yuu, es la persona ideal para ti -dijo tomando la mano de su primogénito mientras le sonreía.

Segunda Opción [MikaYuu] [Concluida]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora