1💚 Propuesta de matrimonio.

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Mikaela Shindo, ha sido hijo único, además de ser el único hombre que nació en esa familia.

Desde que ésta apareció, toda la descendencia han sido mujeres con un alto potencial en dirigir un negocio que generaba cantidades gigantescas de dinero.

Pero, cuando la abuela de Mika le fue heredada la empresa esta se fue abajo, debido a la gran competencia que había. El café que se hacía ya no se vendía como antes. ¡Este era más natural! No podían agregarle químicos, su prioridad era darle un sabor clásico a las familias, pero la cafeína se hizo demasiado demandada.

La mujer hizo que su hija estudiara otra cosa, y así fue, la chica se convirtió en profesora de matemáticas y le iba muy bien. Pronto su esposo la embarazó, y como si de un milagro se tratase fue un niño muy hermoso y ese era Mikaela.

El pequeño rubio, de tan solo dos años se le fue heredado el dinero de la empresa cuando su abuela murió. Aquella mujer, vendió los terrenos a otras empresas y también la fábrica, el edificio de ejecutivos también fue vendido.

Actualmente, Mikaela es un hombre de bien. Es contador en una empresa de pasta dental. Pero, no ganaba lo suficiente para poder traer de vuelta el negocio del café de su familia.

A sus veintiséis años de vida, aún no se casaba ni tenía hijos pero eso cambiaría en ese día.

La puerta de su oficina fue tocada, sacándolo así de sus pensamientos.

-Adelante -dice, esperaba que no fuera su novia. Pero gracias a Dios no lo era, tenía el anillo con él, no quería que Akane (su pareja) lo viera -. ¡Ah! Yuu, gracias al cielo eres tú. ¿Qué sucede? -pregunta con una sonrisa viendo al moreno quién venía con una carpeta en las manos y arriba de esta había una taza.

Sin duda alguna, Yuichirou Amane era el mejor secretario que ha tenido. ¡Era bastante perfeccionista! Muy tranquilo, reservado y se preocupaba por este, además era su confidente y consejero personal. Incluso era un doncel muy hermoso, labios gruesos que tenían un rosado tenue; pestañas abundantes y levemente risadas; ojos verdes y mirada relajada, pero a la vez seductora.

Era muy elegante y seguro de si mismo, para él era el perfil perfecto para un secretario. Además su vestimenta decia que es alguien muy formal y no desea resaltar o presumir su cuerpo (como algunos donceles lo hacían, aunque no todos).

-Le traigo los reportes que me pidió y una taza de té. Lo he visto distraído toda la mañana y parte de la tarde -dijo con un tono suave y tranquilo, mostrando un rostro sereno además de ponerse a un lado del rubio para dejar la taza a su lado -. Dos de azúcar y un poco de leche -dijo, lo conocía tan bien... Bueno, desde que empezó a trabajar con este se acostumbró a sus pedidos del diario. Pero también, era muy considerado.

-Oh, gracias. Que considerado eres -dice sonriendo, tomo aquella taza y la carpeta, así el azabache se aleja de este, parándose al frente del rubio. Mika bebió un poco del líquido y sintió su cuerpo relajado -. ¿Sabes? Esta noche, le pediré a Akane que nos casemos y formemos una familia -dice, Yuu quedó en blanco al escucharlo.

-¿Qué? -cuestiona incrédulo.

-Lo que escuchaste -repite mientras sonríe de nuevo. Yuu sobó su cien y suspiró -. ¿Qué pasa?

-Mikaela-San, usted ya sabe que ella no desea casarse ni tener hijos. Debe de respetar esa decisión que tomó -recuerda el moreno, más el rubio se ríe -. No es gracioso.

-Lo sé, Yuu, lo sé. Pero puedo hacerla cambiar de opinión. Créeme -el más bajo negó ante lo que su jefe quería hacer.

-Bueno. No diga que se lo advertí -dijo, estaba a punto de despedirse pero el mayor le interrumpe.

Segunda Opción [MikaYuu] [Concluida]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora