London Boy ~ Lando Norris

Capítulo 1

Miraba a mi hermano que no parecía tan contento como había imaginado.

A mis 18 años le acababa de confesar que, en aquel entonces el que era compañero de equipo, éramos algo más que conocidos.

Carlos permanecía en silencio. Me observaba serio. Él conocía aquel mundo, escuchaba lo que hablaban unos y otros, y yo siempre había sido una chica responsable y tímida.

-¿No dices nada?-Digo impaciente sentada en la cocina de la casa de nuestros padres mientras Carlos ha preparado un café para él.

-No sé qué decirte. No lo esperaba. ¿Cómo ha ocurrido? No me he dado cuenta de ningún gesto entre vosotros.

-Pasó hace unas semanas. Cuando fui a aquel evento contigo. Aunque ya nos conocemos desde hace unos meses pero surgió. Me invitó a salir mientras estuvimos en Francia.

-¿Cuándo saliste con él en Francia? Estuvimos juntos todos esos días.

-El día que me quedé en el hotel. Tú saliste a una cena con tus mecánicos y yo aproveché para salir con él.

Carlos coge la taza y da un sorbo. Frunce el ceño, estaría amargo y echa un poco de más leche.

Muevo mis dedos impaciente. No sabía como contárselo después de aquél beso primero que nos dimos. Lo había escondido durante esas semanas pensando en como contárselo.

-Bueno, sólo espero que te trate bien y respete, eres mi hermana y él un compañero, mi familia va primero, espero que no me haga elegir y tenga que enfrentarme a él.

Sonrío y me levanto para abrazarlo. Olía a esa colonia que usaba desde hacía años. Ese olor se quedaría grabado en mí para siempre.

Estoy en el paddock, camino con una gorra de Toro Rosso.

La relación con Max era más que perfecta. Mis padres se enteraron en la primera carrera de la temporada, cuando organizó toda la familia una cena junto con Max, el cual había sido invitado por mi parte.

Recordé la cara de confusión cuando apareció Max en aquella cena y a mi hermano que se reía ante la perplejidad de Carlos Sainz, mi padre, y mi madre, Reyes.

Cuando paso por delante del garaje de Max le veo montado en el coche, me seguía con la mirada y le sonrío. Sabía que había sonreído aunque no podía verle la boca, pero lo noté.

Al llegar hasta mi hermano choco el puño con él para desearle suerte. Era nuestra seña antes de cualquier carrera, clasificación o lo que fuera.

Meto las manos en mis bolsillos, en Rusia hacía frío y hasta que no llego a un pequeño radiador no empiezo a coger calor.

Los libres empezaron, miro la pantalla donde aparecían los tiempos y otra en la que había imágenes de los pilotos.

Aparece Max que salía del box y miro fuera del box para verle pasar. Me muerdo el labio inferior al recordar aquel beso que le había dado esa misma mañana.

Carlos aparece en pantalla y de pronto hubo un silencio en el que me parece que todo iba a cámara lenta.

Mi hermano acababa de sufrir un accidente bastante fuerte.

-¡Carlos!-Grito de pronto.

Miro al equipo que empezaron a hablar a gritos. Entre el griterío pude escuchar que habían perdido el contacto con él por radio.

Creía que me desmayaría en ese mismo instante. Una asistente de Carlos, Ginny, me agarra del brazo cuando quise levantarme para ir a ver a mi hermano donde fuera ese accidente, tenía que verle.