"¿John supo que yo estaba enamorada de él todo este tiempo? Julián, agarrame que me desmayo."
Julieta está enamorada de John Stones, así que ciertos jugadores del City (Erling, Julián, Grealish) van a hacer todo lo posible para que ellos dos termine...
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—¿Máximo?
Julieta se quedó esperando que su amigo hablara, pero él se quedó quieto, mirándola de una manera rara y sin decir palabra. Parecía ido, como si hubiese visto a un fantasma en medio de su camino a la casa de Julieta. Lo único que daba indicios de que él estaba ahí presente, era que parpadeaba de vez en cuando. Estaba tan quieto, que ella chasqueó sus dedos frente a los ojos de él. Solo así, él reaccionó.
—Julieta.
—¿Pasó algo, Maxi? Es tarde y está lloviendo un montón. ¿Te olvídaste algo la otra vez en mi casa? Me hubieras mandado un mensajito y yo...— ella tuvo todas las intenciones de seguir hablando, salvo que algo la detuvo. Más bien, fue lo que dijo el castaño, que la dejó totalmente boquiabierta.
—Me gustas, Julieta.
Sí, claro. Y Julieta estaba en una relación poliamorosa con John y con Lionel Messi.
Ella levantó sus cejas y soltó una risita.— ¿Qué?
—Lo que escuchaste, me gustas.
Ella puso sus ojos en blancos y se asomó por la puerta, tratando de buscar a Julián con la mirada, pero el pasillo estaba oscuro y desierto. La luz se había cortado por culpa de la tormenta eléctrica, así que apenas podía ver algo más allá de la poca luz que entraba por las ventanas. No había ninguna persona, o al menos, parecía que no había nadie. Aún así, una parte de sí misma pensaba que la araña estaba ahí escondido, grabando todo para hacerle una joda a ella. Esa era la única explicación que encontraba para ese hecho.
—Maximo, no me jodas con esas cosas.— ella le dijo, sin creerle ni por un segundo lo que estaba diciendo. Julieta estaba negada a que eso fuera real, porque su amigo siempre jodía y hacía cosas que la hacían sentir incómoda, era su forma de ser.
—Pero es la verdad.— él tragó saliva y se llevó las manos a la cara. Nada la preparó para todo lo que le dijo en esos segundos siguientes.— Me gustas, lo sé desde que prácticamente te conocí. Al principio pensé que se me iba a pasar, pero nunca se me pasó. Me seguiste gustando, incluso cuando acepté ser únicamente tu amigo. Nunca me habías dado un indicio de nada, pero en el fondo esperaba que mis sentimientos fueran correspondidos a la larga. Ahora estás tan cerca de John, están prácticamente saliendo y no pude evitar pensar que este es mi momento de contarte todo. Si no te digo ahora mismo que me gustas, si no te digo todo lo que siento por vos, te voy a perder.
Julieta se quedó callada, totalmente sorprendida con lo que estaba escuchando. Nunca, jamás, había pasado por su cabeza la idea de que Maximo pudiera tener sentimientos por ella. No cuando ella solo había tenido ojos para un hombre en particular. Y no solo era eso, porque incluso borrando a cierto inglés de la ecuación, ella nunca había pensado en Máximo de esa forma. Así como tampoco pensaba en Julián. Creía firmemente en que las amistades entre hombres y mujeres eran posibles, que no transcurría nada más que amistad entre ellos.
