Capitulo III

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Luego de todo el alboroto un Bulls se acercaba donde estaban el grupo de jóvenes

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Luego de todo el alboroto un Bulls se acercaba donde estaban el grupo de jóvenes.

  La chica los reconoció al instante, Pauly uno de los mejores carpinteros y apostador, algo pervertido aunque intenta excusarse de cierta manera.

  Rob Lucci, un carpintero de cabello negro y largo con un sombrero de copa, siempre lleva una expresión seria, no habla mucho, su paloma compañera lo hace por el.

—Los trajimos de vuelta, Iceberg-san —Expreso la paloma blanca mientras el hombre de mirada seria traía al rubio jalandolo de la oreja.

—¡Otra vez no! ¡me duele la oreja! —Reprocho el moreno rubio con enojo.

—Gracias por tu ayuda, Lucci —Agradeció el mencionado alcalde.

—No pasa nada, este idiota estaba causando problemas —Comentó la paloma.

—¡Ha vuelto a hablar! —Exclamo el del sombrero de paja mientras el y sus nakamas tenían expresiones de asombro.

  El hombre arrojo al rubio hacia el suelo —¡Vamos! Discúlpate Pauly —Este le arrojo las maletas para que hiciera lo correcto.

—¡Esa paloma habla bastante!.

—Parece que es el portavoz de ese tipo —Remarcó Ussop —De todas formas, es bueno tener el dinero de vuelta.

  La pelinegra se acercó al hombre y la paloma —Muchas gracias por intervenir Lucci-san y que bueno verte Hattori, disculpe por lo que pasó con la familia Franky.

—Que bueno verla señorita Yalitt y yo también —Respondio la paloma. Esta se fue del hombro del mayor para ir a posar en las manos de la mencionada —Y no se preocupe por eso, usted no causó ese robo.

  La joven sonrió aliviada, esta con su dedo acaricio suavemente la cabecita del ave; podrá ser un Ventrílocuo pero aun era un pequeño animalito que le gustaba el cariño.

  Se percató de que Lucci no estaba a su lado, giro su mirada viendo que el mencionado golpeo al rubio en la cabeza con un martillo.

  Al parecer Pauly trataba de pedir una compensación por haber recuperado el dinero, el ave se dio cuenta y voló lejos de la joven para acercarse a pedir disculpa por el atrevimiento del carpintero.

—Ha perdido mucho dinero por culpa de las apuestas —Explico el ave —No tiene sentido común para manejar dinero.

—¡Esta bien, pero ¿como puedes hablar?! —Manifestó luffy ignorando la explicación y señalando al ave.

—¡Bastardo! ¿Tienes algo más que decirme, Lucci? —Este se levantó del suelo sobandose el golpe para comenzar a atacar al mencionado con una de sus cuerdas —¡No te lo perdonaré!.

—Ouh no —Murmuró la joven artista sabiendo que iba a pasar lo mismo de siempre con el dúo de carpinteros.

  El ave para alejarse del embrollo voló de nuevo hasta las manos de la pelinegra.

Finding the Liberty  [Monkey D. Luffy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora