Capítulo Final: Nuestro Futuro

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Cuando Nanami finalmente regresó a casa, su corazón lleno de determinación y esperanza. El sol se alzaba en el horizonte en un hermoso amanecer, iluminando el camino que lo llevaría de regreso a los brazos de Akami, el amor de su vida.

Cuando Nanami abrió la puerta de su hogar, encontró a Akami esperándolo con los brazos abiertos y los ojos llenos de lágrimas.

En ese momento, el mundo entero se desvaneció a su alrededor, dejándolos solos en su amor y su felicidad.

—Akami, no sabes cuánto te he extrañado —dijo Nanami, su voz llena de emoción y amor.

Akami corrió hacia él, envolviéndolo en un abrazo cálido y reconfortante. —Nanami, yo también te he extrañado. Te amo más de lo que las palabras pueden expresar —declaró ella, su voz llena de amor y gratitud.

Nanami acarició suavemente el rostro de Akami, sintiendo cómo el mundo se detenía a su alrededor. —Te amo, Akami. Eres mi luz en la oscuridad, mi razón para seguir adelante. Estaré siempre a tu lado, pase lo que pase —declaró él, sus palabras resonando con la promesa de un amor eterno.

Los dos se miraron el uno al otro, sus corazones latiendo al unísono en el vínculo indestructible que compartían. En ese momento, el mundo parecía desvanecerse a su alrededor, dejándolos solos en su amor y su felicidad.

Y mientras se perdían en el abrazo reconfortante del otro, sabían que su amor era eterno, un vínculo indestructible que trascendía el tiempo y el espacio.

Después de un largo abrazo lleno de amor y alivio, Nanami tomó suavemente las manos de Akami y la miró a los ojos con sinceridad.

— Akami, hay algo que necesito decirte... — comenzó Nanami, su voz cargada de emoción.

Akami lo miró con curiosidad y preocupación, esperando sus palabras con atención.

— Cuando desaparecí, fue porque... encontré una maldición — continuó Nanami, su tono lleno de seriedad.

Los ojos de Akami se abrieron de sorpresa, aunque ya lo sospechaba, pero mantuvo su mirada firme en la de Nanami, esperando que continuara.

— La maldición me persiguió, y no quería poner en peligro tu vida. Así que me alejé, para protegerte — explicó Nanami, su voz temblando ligeramente.

Akami se acercó a Nanami y lo abrazó con fuerza, sintiendo el peso de sus palabras pero también la profundidad de su amor.

— Nanami, nunca debiste sentirte solo en esto. Estamos juntos en las buenas y en las malas. No importa lo que enfrentemos, lo superaremos juntos. Gracias por protegerme — declaró Akami.

Nanami asintió con gratitud, sintiendo cómo la carga que había llevado sobre sus hombros se aliviaba con las palabras de Akami.

— Gracias, Akami. Eres mi luz, Estoy tan agradecido de tenerte a mi lado — dijo Nanami, su voz llena de amor y gratitud.

Los dos se abrazaron con fuerza una vez más, sabiendo que juntos podrían enfrentar cualquier desafío que la vida les trajera. Y mientras se perdían en el abrazo reconfortante del otro, sabían que su amor era más fuerte que cualquier adversidad, uniendo sus corazones en un vínculo eterno que nunca se rompería.

Un par de meses después...

La luz del sol bailaba sobre el paisaje idílico donde Nanami y Akami habían decidido unir sus vidas para siempre. La ceremonia de su boda se llevaba a cabo en un jardín lleno de flores coloridas y la brisa suave acariciaba sus rostros mientras se preparaban para dar un paso más en su viaje juntos.

El vestido blanco de Akami ondeaba con gracia mientras caminaba hacia el altar, su belleza iluminando el lugar con un resplandor celestial. Nanami la esperaba allí, radiante en un traje impecable, su mirada llena de amor y admiración al ver a su futura esposa acercarse.

A medida que la ceremonia comenzaba, los corazones de Nanami y Akami latían al unísono en el vínculo indestructible que compartían. Con cada palabra del oficiante, su amor se fortalecía, uniendo sus almas en un lazo eterno que nunca se rompería.

Finalmente, llegó el momento de los votos, el momento en que Nanami y Akami prometieron amarse y apoyarse mutuamente por el resto de sus vidas. Con el corazón lleno de emoción, Nanami tomó la mano de Akami y comenzó a hablar.

— Yo Nanami Kento, desposo a Akami Zaard. Akami, cariño, Desde el momento en que te vi, supe que eras el amor de mi vida. Tu bondad, tu fuerza y tu belleza interior me han inspirado cada día, y no puedo imaginar mi vida sin ti. Prometo amarte incondicionalmente, apoyarte en todas tus alegrías y tus desafíos, y estar a tu lado en cada paso del camino. Eres mi todo, y te amo más de lo que puedo expresar — dijo Nanami, su voz resonando con sinceridad y amor.

La emoción brillaba en los ojos de Akami mientras escuchaba las palabras de Nanami, su corazón lleno de gratitud y amor.

— Y yo, Akami, tomo a Nanami Kento como mi esposo. Desde el primer día supe que eras el único para mí, mi compañero de vida en todas las aventuras que nos esperan. Prometo ser tu roca en los momentos difíciles, tu alegría en los momentos felices, y amarte con todo mi ser por el resto de mis días. Eres mi amor verdadero, y te amo más de lo que las estrellas pueden contar— dijo Akami.

Con los votos pronunciados y el amor palpable en el aire, Nanami y Akami se unieron en matrimonio, sellando su compromiso con un beso lleno de promesas y esperanzas para el futuro. Y mientras celebraban rodeados de amigos, sabían que su amor era eterno, un rayo de luz en medio de la oscuridad, guiándolos hacia un futuro lleno de amor y felicidad.












Fin.

Es oficialmente la historia más cursi que he escrito, pero la disfruté muchísimo, Akami y Nanami son un amor

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Es oficialmente la historia más cursi que he escrito, pero la disfruté muchísimo, Akami y Nanami son un amor.

Me huele a que hay pancito en el horno.

La Luz de Mi Vida | Jujutsu Kaisen° Nanami KentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora