𝑇𝐸 𝑂𝐷𝐼𝑂 ☔︎ 𝐴𝐺𝑈𝑆𝑇𝐼𝑁 𝐺𝐼𝐴𝑌

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Narrador omnisciente

La relacion entre Isael y Agustín no era ni mala ni buena, pero seguían esos encuentros donde se puteaban a más no poder.

Ahora, los profesores estaban al tanto del castigo que les puso la directora, la cual era hacer trabajos en dúo para mejorar la relación. Cada trabajo que hacen, ya sea con nota o no, juntan a los chicos sin importar las quejas de los dos.

Tampoco se buscaba que se conviertan en mejores amigos, solo buscan terminar con esos insultos y que haya una buena relación como compañeros, nada del otro mundo. Pero, si los dos no cooperan, tendrán mayores sanciones que éstas.

Ya hubo quejas por partes de los familiares de ambos, y la solución que daban era cambiar de salón a cualquiera de los dos, así se terminaba todo por una buena vez. La directora dio la respuesta que se haría el cambio cuando vuelvan las clases después de las vacaciones de invierno. Ahora no puede, porque se acercan los exámenes para concretar la nota del primer trimestre.

Todavía no se les dijo nada a los protagonistas de tremenda historia que se armaba poco a poco, ya que, era muy seguro que incumplan con las reglas de convivencia y sigan con sus peleas al saber que alguno será cambiado de curso.

5°A es totalmente distinto a 5°B. Son más calmados, con pocas peleas y buena relación entre los compañeros, caso totalmente contrario con el curso de las pesadillas, 5°B.

Envidia entre mujeres, peleas verbales bastantes fuertes entre las chicas por chicos. Los hombres peleándose por bromas subidas de tonos, chistes sobre familiares y demás cosas que ocurrían en clases o en hora de descanso.

Era un año demasiado loco para Susana, cansada de todos los problemas que traían los alumnos de ese curso en específico.

Si quería cambiar el curso, debía tomar medidas muy drásticas que nunca usó en su larga vida como directora en la institución.

Las charlas no servían, las sanciones no servían, Díaz no sabía que hacer.

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8 de Abril | 07:20 AM

— Buen día, chicos — Ingresa el profesor de historia con su buena onda, sin ser saludado por nadie, porque estaban todos hablando —. Prueba sorpresa, saquen sus cosas — Dijo, dejando el aula en completo silencio, hasta que alguien habló.

— Profe, le hiciste abrir los ojos al chino — Dice Gonzalo, señalando a su compañero.

El curso se inundó de risas y más chistes, contagiando al profesor.

— Se puede hacer en parejas, si quieren, y con la carpeta abierta, porque los veo muy asustados — Agrega, empezando a escribir los 3 puntos de la prueba.