Narrador omnisciente
★ 5 de Abril | 10:30 AM ★
Luego del recreo del desayuno, todos los alumnos vuelven a sus respectivos salones para seguir teniendo clases, lastimosamente.
Las clases de geografía se tardaron por algunos alumnos que no volvían al aula al estar paseando afuera de la escuela, donde no se podía salir si el día está lluvioso. Los 4 estudiantes se sentaron en el fondo, escuchando la actividad que había que entregar esa misma mañana.
Iba con nota. Eso alteró a los presentes por el poco tiempo que había para responder las preguntas que puso el profesor.
Era en parejas, pero se podía solo si alguno lo deseaba.
Isael se hizo el pelotudo, ni loco iba hacer una actividad con Agustín que va con nota, no quería arriesgar su trimestre. Suponía que haría la mayoría del trabajo sin la ayuda de Giay, porque él ni se va a esforzar en aportar su granito de arena con la tarea.
La mayoría de respuestas se encontraban en algunos libros que están en la biblioteca, y el profesor asignó a los mismos de siempre para buscarlas, Isael y Agustín. Ambos, con una mirada desafiante de por medio, fueron a buscar los libros en completo silencio.
— ¿Qué teníamos que buscar? — Pregunta el santafesino al olvidarse, y para romper con el incómodo silencio que se formó entre los dos.
— Los libros de geografía — Responde el veneciano.
— ¿Los de siempre? — Vuelve a preguntar, solo para molestar.
— Si, los de siempre — Responde tranquilo, abriendo la puerta de la biblioteca.
Los dos se adentraron en el tercer pasillo al fondo, donde se encontraba el objetivo. Isael intentaba agarrar los libros, pero, debido a su estatura, no llegaba ni a rozar el polvo del libro. Giay se acerca y agarra sin ningún esfuerzo los libros, sonriendo de lado al ver la cara de frustración del menor.
— ¿Tan enano vas a ser? — Pregunta entre risas, yéndose del lugar.
— Cállate — Dice, visiblemente enojado.
— Apa — Dijo sorprendido el ojiverde —. Te levantaste con la tanga cruzada vos.
— Hacé silencio, no te quiero escuchar — Se limitó a decir otras cosas.
— Re contra cruzada — Dice en voz baja, mirando hacia otro lado.
Siguieron caminando en silencio, hasta que Giay volvió a abrir su boca.
— Isael — No recibe respuestas del recien nombrado —. Isael... Isael.

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𝑇𝐸 𝑂𝐷𝐼𝑂 ☔︎ 𝐴𝐺𝑈𝑆𝑇𝐼𝑁 𝐺𝐼𝐴𝑌
Storie d'amore𝑇𝐸 𝑂𝐷𝐼𝑂 Esa era la frase más repetidas en las discusiones de Isael y Agustín.