𝑇𝐸 𝑂𝐷𝐼𝑂 ☔︎ 𝐴𝐺𝑈𝑆𝑇𝐼𝑁 𝐺𝐼𝐴𝑌

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Narrador Isael

11 de Abril | 07:08 AM

El día está frío, con viento, y todavía no sale el sol para calentar un poco la mañana, se congela mi nariz, loco. Mi mamá tuvo que ir al trabajo de urgencia y se fue con el auto, dejándome a pie, justo con este día tan choto. Se dispuso a llevarme si el trabajo la dejaba, pero estaba intensa la cosa.

Yendo caminando al colegio que me queda lejos, es un sufrimiento que nunca experimenté, y ahora lo estoy lamentando. No estoy tan acostumbrado al frío, menos al calor, no me gusta ninguno.

Cada vez veía más cerca el colegio, lograba ver las luces y los chicos entrando, mi agonía se terminaba. Al entrar, sentí el calor invadir mi cara, fue lo mejor del mundo.

Fui directo a mi salón, saludando a nadie, porque llegué primero, como siempre. Dejo mis cosas en mi lugar y voy al calefactor. Pongo mis manos cerca del calor, sintiendo mis dedos con más movilidad al estar tanto tiempo expuestas al frío.

Escuché pasos acercarse hacía donde estaba, volteé mi cabeza para ver quién era... Un día te pido sin verle la cara a este pelotudo, un día.
Llegó Agustín con todo su grupo, uno más feliz que el otro.

— ¡Hola, Isael! — Saluda Gonzalo, chocando puños conmigo.

Quien pudiera estar así de activo por la mañana.

— Hola — Saludo sin las mismas ganas que él.

— Me transmite una ganas de vivir increíbles — Dice el tarado este, mirando a Giay, que tenía menos ganas de vivir que yo.

— Me vio y se puso así, estoy seguro — Dijo Agustín, sentándose en su asiento.

— Dejá de hacerte el víctima, boludo. Cansado me tenés, nene — Se lo dije sin mirarle la cara, no quiero verlo.

— Y vos me tenés cansado con tus cambios de humor, ¿Todo tiene que depender de tus notas? — Pregunta, apagando su celular.

— Por lo menos yo me preocupo de mi futuro  — Digo, alejándome de ahí.

Sus amigos ya se habían ido, dejándonos solos, aunque ya estaban por llegar los demás.

— Yo tengo futuro en el fútbol, Isael — Me cerró el ojete, lo admito.

— ¿Tanta fe te tenés? — Mi boca no lo admite, mi mente si.

— Yo confío en mí, no como vos que con una nota mala te sentís el peor estudiante del mundo — Dice, levantándose de su lugar, yendo al mío.